Nuevo cine condicionado: más artístico, más feminista y cool
Lo que se conoce como “porno tradicional” –escenas con hombres aceitados, hiperdotados y con erecciones majestuosas y rubias con siliconas enormes, depilación completa y uñas postizas– empezó a mutar a lo que se conoce como “nuevo porno”: escenas en las que hay cuerpos reales, planos menos “ginecológicos”, guiones más elaborados y mujeres que no sólo son “objetos” cuya única función es satisfacer al hombre, sino mujeres que piden lo que les excita.
La semilla del cambio tiene que ver con la evolución de la mujer y los territorios que se fueron ganando en cuestiones de género. Es decir, muchas que- rían ver porno pero no se sentían representadas. Así, hace unos años, la cineasta sueca Erika Lust creó lo que llamó “Porno para mujeres” y se convirtió en gurú del cambio. Tanto que dio una charla TED en Viena bajo ese lema: # ChangePorn” (cambiar el porno). “En mis películas, tanto hombre como mujer son protagonistas, interactúan naturalmente, experimentando y divirtiéndose. Se trata de gente real en situaciones reales”, contó en marzo a Clarín.
Encontrar el equilibrio no es fácil. Muchos cuestionaron esta ola de “porno light”, como el de “Las 50 sombras de Grey”, donde la protagonista es inferior intelectualmente y sometida y donde el hombre ni siquiera se desnuda. Esa tendencia mundial ya se ve en nuestro país. En el sitio Poringa hay cada vez más “porno female friendly”, donde se prioriza el orgasmo de la mujer y “Pov” (point of view), donde las parejas se filman y muestran la escena desde la mirada de uno de ellos.