Entre veterinarios y “peluqueros”, el detrás de escena en La Rural
Las curiosidades del backstage: vacas que se maquillan como modelos y se relajan escuchando música.
El protagonista de la Exposición Rural es el campo y su cara más visible son los animales. Sin embargo, el backstage está lleno de figuras que nadie ve, pero que desempeñan un papel fundamental. Se trata de los veterinarios, peones y cabañeros.
Al ver la minúscula oficina que Hugo Obesio comparte con 5 compañeros es difícil imaginar la responsabilidad enorme que tiene. Lidera la guardia veterinaria y hace 27 años que todos los meses de julio los pasa en Palermo. Se especializa en equinos (otros colegas de su grupo en ovinos, porcinos, aves y bovinos), pero con 4.500 animales es normal que haya varias urgencias al mismo tiempo, así que la especialidad no es determinante.
Los bovinos suelen tener los mismos problemas que las personas cuando salen de vacaciones. Al dejar el campo, cambian sus costumbres alimenticias y el aparato digestivo se queja.
“Les suelen dar alfalfa muy verde y ellos no están acostumbrados a comerlo en las cabañas entonces se les forma gas y hay que hacérselo salir”, explica. El resultado es desagradable, pero podría ser peor. “Les damos un medicamento que les provoca eructos”, indica Obesio.
También esa máxima del turista que recomienda no beber agua del grifo debería aplicarse a los anima- les. “El agua con cloro les da diarrea, los cabañeros les traen agua de su lugar”, dice el veterinario.
También hay estrategias para que los animales se adapten al clima frenético de la Rural. Con 30 años en la muestra, Tuani Hoffman, presidente de la Asociación Blonde D Aquitaine, se conoce todos los trucos: “Los animales ya vienen amansados de origen, además les ponemos la radio de fondo para que se familiaricen con el bochinche”, señala.
Ni siquiera la ubicación es azarosa. Cuenta Hoffman que los animales “están acostumbrados a tener siempre el mismo vecino, por eso en La Rural los ponemos en el mismo orden que en el galpón”.
Los cuidados también son estéticos. Las vacas van a la “peluquería” y usan “productos de belleza”. “Todas las mañanas, les trabajan el pelo con una aspiradora que limpia y da forma”, explica Alejandro Ferrero, de la cabaña María Lucía, quien trajo para competir 5 vacas Shorthorn y 4 Hereford.
Además, como si fueran modelos, las vacas siguen una rutina de ejercicio y alimentación balanceada. “Necesitan moverse. A las 5 AM las sacamos ala pista, las dejamos ahí para que tomen aire, después se les da una primera comida y ya relajadas se echan a dormir hasta las 9”, indica Ferrero. Y cuando llega el desfile se vive un show de belleza.
“Ese día las bañan, las secan y usan cosméticos especiales para darle forma al pelo y aerosoles para el brillo”, cuenta Ferrero. Es que a la Rural no llega cualquiera.
Cada cabaña trae lo mejor de su genética y busca que sus animales luzcan en todo su esplendor; no caben dudas de que los protagonistas son ellos.