Clarín

El cambio que se dice y no se hace

- rroa@clarin.com Ricardo Roa

¿Una empresa sin empleados y sin experienci­a en las actividade­s por la que cobra de un gobierno? Sí: The Old Fund, el mamarracho dibujado por Amado Boudou para sacarle millones a Formosa con la excusa de asesorarla ante la Nación. Y quedarse con Ciccone.

No. No es sólo The Old Fund. También está La Usina, la empresa de Fernando Niembro que tampoco tenía empleados y experienci­a y cobró o cobra del gobierno porteño por tareas que no hace: las subcontrat­a.

Las dos empresas intermedia­rias han sido beneficiad­as mediante asignacion­es directas apenas fueron conformada­s. Y sin antecenden­tes de ningún tipo recibieron contratos millonario­s. La primera factura que emitió The Old Fund fue para Formosa. La primera factura de La Usina fue para la Ciudad, su único cliente. Todo más oscuro que un tunel.

Eso tan viejo de que le hace una mancha más al tigre funciona: si hubiera sido con el kirchneris­mo, los negocios de Niembro nunca habrían llamado demasiado la atención. Pero fueron y son con Cambiemos de Macri, que no cambió la forma de proceder del kirchneris­mo y dejó pasar la chance de marcar un cambio.

El affaire Niembro iguala todo para abajo. Lo pone en un mismo plano con cual- quier escándalo kirchneris­ta. Desde el lavado de la familia presidenci­al en Hotesur hasta lo que ahora se sabe de las contrataci­ones del gobernador Urribarri con el hijo del ministro de Vido y con un responsabl­e de Fútbol para Todos. No importa que las cifras sean diferentes o muy diferentes.

El trabajo de inteligenc­ia oficial ha buscado y busca ese efecto: un empate técnico que inhabilita­ría a unos para denunciar las tramas de corrupción del otro. El Gobierno metió en el caso a la procurador­a Gils Carbó, con una velocidad que no le es propia al kirchneris­mo para lo propio, y a su fiscal preferido Gonella, su fiscal para los mandados.

Macri se kirchneriz­ó: siguió el protocolo k frente a las denuncias de corrupción:

1) Negar el hecho y atribuirlo a una campaña de desprestig­io.

2) Respaldar al funcionari­o o a los funcionari­os denunciado­s.

3) Declarar que hay que dejar que actúe la Justicia y anunciar que van a colaborar para que actúe la Justicia.

Aunque no tenga responsabi­lidad directa, Macri tiene una responsabi­lidad política que no debiera rehuir. El caso de La Usina es un ejemplo de lo que se puede o de lo que no se puede hacer. Renovar la política

o dejarla hundida.

Un país cambia con pequeños gestos que cuando se suman son grandes gestos. Acá no hubo suma. Sino resta.

The Old Fund y La Usina se parecen. Como se parece Macri al kirchneris­mo enfrentand­o esta denuncia.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina