El candidato del FpV coqueteó con revivir la “transversalidad”
Instalar una sensación de balotaje, pero en plena primera vuelta. A ese escenario, favorable por el mecanismo que exige la ley electoral para evitarla, pareció apuntarle ayer Daniel Scioli al desempolvar la frustrada idea de la transversalidad lanzada por Néstor Kirchner. “Voy a recrear ese espíritu de los primeros años de nuestro espacio político” lanzó el candidato presidencial, al convocar a “peronistas, independientes y radicales” a acompañarlo con el voto el próximo 25 de octubre, sin tener que esperar a una eventual y más riesgosa segunda vuelta. Detrás de esa zanahoria y en términos del
Nano Serrat, buscó jugar al juego que mejor juega y que más le gusta al kirchnerismo, el de la polarización. “Acá hay una cuestión de fondo que son dos modelos de país”, explicó el gobernador en su visita a Bahía Blanca. De un lado colocó al “del ajuste, la vuelta al pasado, el endeudamiento, el No al Fútbol para Todos, el del Sí a los buitres”. ¿Y del otro lado? “Nosotros, que entendemos que debemos seguir dinamizando el mercado interno y atrayendo inversiones para dar sustentabilidad a todo esto”, ubicó a su sector al que definió como “el más coherente y previsible”.
Scioli acusó a los candidatos opositores de “querer cambiar el eje de la campaña y que la gente vaya a votar con bronca”. Después de atribuir a “las contradicciones” de sus rivales, (“como Macri que un día dice una cosa y después otra”), su liderazgo en los sondeos, lanzó flores a los que desde las otras veredas, pegan el salto ó simplemente se corren. “Veo actitudes con mu- cha responsabilidad, como el caso de Dámaso, que tomó una decisión sumamente importante, como lo están haciendo otros peronistas” dijo en referencia a Larraburu, quien ayer bajó su candidatura a intendente por UNA. Le elogió su “experiencia y conocimiento profundo de Bahía” en una actitud que desacomodó a Marcelo Feliú, el postulante a la intendencia por el Frente Para la Victoria, con quien Scioli compartió un acto en un teatro. “Hace años que no hablo con él y mi espacio es autónomo” remarcó el diputado randazzista, que se apresuró en negar cualquier acuerdo con el ex candidato massista. Aunque se esperanzó en recoger “los votos peronistas” que liberaría la salida de Larraburu y que le ayudarían a recortar la brecha de casi 10 puntos que en las PASO le sacó el periodista y diputado provincial Héctor Gay, candidato de Cambiemos.