Y un día Divinsky se fue de Ediciones De la Flor...

“Estoy triste pero aliviado”, dice Daniel Divinsky. “Me entristece enormemente, lo voy a extrañar”, dice Kuki Miler. Hablan de lo mismo: el editor, la cara más visible de Ediciones De la Flor, se desvinculó formalmente del sello, que juntos dirigieron desde 1966 y que ahora quedará exclusivamente a cargo de Miler.

Según comunica De la Flor en su sitio web, el alejamiento del editor fue “de común acuerdo y por decisión personal”. En diálogo con Clarín, Divinsky, hoy de 73 años, explicó que en el último tiempo hubo “incompatibilidad de caracteres editoriales” con Kuki, quien fuera además su pareja durante décadas. En el comunicado de la editorial, Miler lamenta “su prematuro retiro y alejamiento laborales”, y aseguró a este diario: “Hubiera preferido que termináramos juntos”.

“El viernes firmé la cesión, a precio irrisorio, de mi parte en Ediciones De la Flor”, contó el editor en un texto en el que difundió su decisión. Según escribió, el domingo encontró su oficina de la editorial atacada por “vándalos”: “Arrasaron con el contenido de mi despacho, vaciando cajones de escritorio y estantes de la biblioteca y ficheros, sustrayendo papeles, documentos, y hurtaron mi computadora y aparato telefónico”.

Miler, por su parte, reflexionó: “Tendré que reemplazar esa pata de la mesa que va a faltar. Confío en que, aunque no en el primer tiempo, (Daniel) va a seguir ligado a La Flor. Es su vida como es la mía”.

Consultado por su futuro, Divinsky explicó que, dada la cesión firmada, no puede ejercer actividades editoriales con su nombre por tres años: “Seré un anónimo porque este trabajo es como un vicio”, dijo. Sobre la editorial que publicó a Quino, Roberto Fontanarrosa, Rodolfo Walsh y John Berger, su–desde ahora– única directora aseguró: “La Flor va a seguir siendo La Flor. Una organización familiar e independiente a la que acuden los autores”.