Prácticas para adaptarse a una superficie cómoda
En singles jugaron Mayer-Berlocq y Delbonis-Schwartzman. Y a la tarde se enfrentaron en dobles.
Afuera, el lunes de Bruselas no paró de consumirse entre vaivenes: gris, sol, lluvia, viento, gris, sol, lluvia, viento y vuelta a empezar. Así durante toda la jornada. Adentro, bajo techo, en el particular, pintoresco y penumbroso Forest National, el equipo argentino cumplió con su segundo día de trabajo con vistas a la semifinal frente a Bélgica, que levantará su telón el viernes a las 14 de aquí, las 9 de la Argentina.
En el primer turno, que se extendió entre las 12 y las 15, Leonardo Mayer -singlista número uno- y Carlos Berlocq - seguro doblista- animaron un intenso partido y continuaron adaptándose a la superficie elegida por los belgas, que es rápida pero no tanto como se especuló. Es que al conjunto liderado por David Goffin tampoco le conviene una cancha súper veloz por sus características de juego.
Una vez que el Yacaré -ayer bajó cinco puestos en el ranking de la ATP y quedó 39º- y Charly concluyeron con sus impresionantes mandobles, que sonaron con mayor estridencia que de costumbre ante el estadio vacío, fue el tiempo de Federico Delbonis y de Diego Schwartzman, los candidatos a ocupar el viernes el lugar de segundo singlista.
Cinco minutos antes del final, aparecieron los jugadores belgas, quienes efectuaron movimientos precompetitivos a un costado de la cancha, hasta que a las 15 en punto los chicos argentinos les dejaron el lugar.
La acción en celeste y blanco volvió entre las 17 y las 19, cuando el capitán Daniel Orsanic ordenó un dobles: la dupla integrada por Berlocq y Mayer se enfrentó a la compuesta por Schwartzman y Delbonis. ¿Cuál será la pareja del sábado? Todo dependerá de cómo se encuentre la chapa de la serie tras la primera jornada y de cuánto estará en cancha Mayer contra el segundo tenista de Bélgica. Orsanic indicó ayer que decidirá el viernes a la noche quiénes jugarán el dobles, tras hablar con sus dirigidos.