Dietas que no llegan a nacer
Mientras escuchaba al médico, Gabriela estaba segura de que siempre había sido vata. “Vata es rápido, frío y seco por naturaleza. Gobierna el movimiento, la respiración, la circulación, la eliminación y los impulsos nerviosos”, le explicaba lentamente el doctor. Al mismo tiempo, le mostraba un gráfico con los tres principios básicos que gobiernan mente y cuerpo según la medicina ayurveda. Cuando el médico le empezó a describir a pitta, el segundo principio natural, Gabriela también sintió que ése era su caso. “Pitta es lo caliente y preciso, lo que gobierna la digestión, el metabolismo y el procesamiento de los alimentos, el aire y el agua a través del cuerpo”, dijo el médico. Por suerte, Gaby se dio cuenta que no tenía nada del tercer dosha ayurvédico: kapha. Aquéllo que es sólido y estable por naturaleza.
Tantos años de buscar una vida saludable y en armonía con el cosmos parecían llegar a su fin. Estaba escuchando fascinada los por- menores filosóficos de la milenaria medicina hindú, una ciencia que no podía fallar. Sentía que ahora podría restablecer el equilibrio cuerpo-mente. Alcanzar armonía en todo: trabajo, pareja, amistades y familia. Basta de la comida chatarra y la eterna tentación de los postres, esa pasión tan culposa. Comer sano y natural la convertiría en una persona más íntegra y combatiría todos sus desequilibrios.
Dejó el consultorio convencida de que dieta y medicinas naturales le darían la respuesta que necesitaba. No se sorprendió al verse comprando un paquete de chizitos en el kiosco de la esquina. “Mañana empiezo”, pensó.