Sin celulares y con lapicera para anotar
Cada detalle del debate presidencial está pautado en el Manual de Estilo, firmado por los representantes de Daniel Scioli y Mauricio Macri, donde entre otras cosas figuran los temas que se van a debatir, las interacciones entre los candidatos, la dinámica del evento, el rol de los moderadores, el tipo de publicidad que se puede emitir en los intervalos y hasta aspectos técnicos de la transmisión. Un detalle interesante que figura ahí es que los candidatos no podrán llevar al debate sus teléfonos celulares, cuadernos, libros, apuntes, diarios, ni revistas. Tampoco podrán mostrar gráficos, láminas, ni otros elementos. Lo único que podrán tener Scioli y Macri son “hojas en blanco y una lapicera” que pondrá Argentina Debate en cada atril, junto con el “minuto a minuto del evento”, para que sepan cuánto tiempo tienen disponible para sus exposiciones y las de su oponente. En cuanto al “tratamiento audiovisual”, Argentina Debate estableció que “las tomas de cámara estarán orientadas a centrar la atención de la audiencia en las intervenciones de cada candidato o moderador al momento de su interacción/exposición, los cuales serán captados en plano medio y en forma exclusiva”. La idea es que no haya imágenes de la reacción de uno de los candidatos mientras habla el otro, ni que exista la posibilidad que el director de cámaras elija ciertas imágenes para favorecer o perjudicar a alguno de los dos. Otro de los temas que la organización trató de cuidar es el de la seguridad, para que no haya exaltados que se puedan abalanzar sobre los candidatos, como le pasó al director técnico de Boca Juniors en el último partido que jugó contra Rosario Central, ni para que haya barras entre los invitados. Por eso, el público que presenciará el debate será de 500 personas, “cuidadosamente invitadas por los candidatos y Argentina Debate”, que serán “nominadas y requerirán la aceptación previa de las reglas de admisión”. Además, los equipos de campaña de Macri y Scioli se comprometieron a “no alentar la presencia de grupos partidarios en el entorno de la Facultad de Derecho de la UBA”.