Los metrodelegados del subte, cerca de lograr la personería gremial
La UTA no se presentó en el Ministerio de Trabajo. Tomada tendría que firmarla antes del 10 de diciembre.
Los metrodelegados sienten que tocan el cielo con las manos. Ayer, sólo el gremio que lidera Beto Pianelli concurrió a la audiencia de cotejo en el Ministerio de Trabajo para determinar si tiene más afiliados entre los trabajadores del subte y, por ende, corresponde que le den la personería gremial. La que sorpresivamente se ausentó fue la delegación de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), pese a que su titular, Roberto Fernández, había dicho a Clarín que asistiría. Su estrategia apuntará ahora a impugnar el procedimiento ante la Justicia.
Fernández contó con una ayudita, aunque infructuosa: un representante del sciolismo se habría contactado con el ministro de Tra- bajo, Carlos Tomada, para pedirle que no convocara a la audiencia antes del balotaje porque el candidato oficialista interpretaba que alguno de los dos sindicatos podía declarar una protesta y temía que tuviera una utilización política.
La comitiva de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP), encabezada por Pianelli y su adjunto, Néstor Segovia, ambos militantes kirchneristas, aportaron ayer a los inspectores de la Dirección Nacional de Asociaciones Sindicales los libros contables en los que figuran los nombres de los afiliados y los aportes a la organización gremial. Según esos registros, tendrían acreditados 1.800 afiliados sobre un total de 2.900 trabajadores que había en los subterráneos en el período utilizado en la compulsa, que es el primer semestre de 2013.
Los metrodelegados, según este procedimiento, deben acreditar el 20% de afiliados entre los trabajadores que intentan representar. Ahora, ante la ausencia de la UTA, se tomarán en cuenta sólo los datos aportados por el gremio de Pianelli y el sindicato de Fernández será apercibido. Y el ministro Tomada deberá firmar la resolución que otorga la personería a los metrodelegados, algo que deberá hacer, por supuesto, antes de que deje el cargo el próximo 10 de diciembre.
Esa decisión, que le dará a la AGTSyP la facultad de firmar convenios colectivos en nombre de todos los trabajadores de la actividad, un poder que hasta ahora tenía la UTA, se convierte en una señal preocupante para el sindicalismo tradicional, que mira con recelo el avance de los gremios simplemente inscriptos que se rebelan y compiten con los que cuentan con personería.