Clarín

Cilia Flores presidió la Asamblea Nacional y supo acomodar a sus familiares en varios puestos del Estado.

Cilia, la primera dama, y los negocios de los “narcosobri­nos”

- CARACAS. ESPECIAL

Al presidente de Venezuela Nicolás Maduro le gusta llamar “la primera combatient­e” a su esposa y primera dama Cilia Flores (62). La mujer, que supo formar el equipo que defendió al comandante Hugo Chávez cuando estaba en la cárcel, se siente cómoda de estar rodeada de sus personas más cercanas. Tanto lo lleva a la práctica que acomodó a decenas de familiares en distintos círculos oficiales. Parte de ese grupo criticado por nepotismo fue fuertement­e sacudido el miércoles con la detención en Haití de dos sobrinos de la esposa del mandatario.

Efraín Antonio Campos Flores (29) y Francisco “Franqui” Flores de Freitas (30) fueron detenidos acusados por tráfico de drogas y ayer se sentaron frente al Tribunal Federal de Nueva York.

El primero trabajó en el Parlamento Latinoamer­icano desde 2008 a hasta diciembre de 2011. Desde marzo del años pasado figura como accionista de una empresa de nombre Transporte Herfra ubicada en Panamá, que dirige junto a Hernes Melquiades Flores, hermano de Cilia Flores, quien a su vez fue empleado de la enfermería de la Asamblea Nacional.

Flores de Freitas, a su vez, trabaja desde 2011 para una empresa de desarrollo digital, localizada en el Centro Comercial Ciudad de Ta- manaco en Chuao, en el Caribe venezolano. Los dos tenían pasaporte diplomátic­o, por lo que alegaron inmunidad cuando fueron enfrentado­s por los agentes de la DEA, que no admitió tal recurso.

Cilia Flores formó parte del equipo que defendió a Chávez durante los dos años que estuvo preso por su fallido intento para derrocar al mandatario Carlos Andrés Pérez.

Antes de convertirs­e en primera dama en 2013, y siendo presidente de la Asamblea Nacional en 2008, acomodó a 47 familiares suyos en el Parlamento y fue denunciada por la Unión de Trabajador­es y Empleados de la Asamblea Nacional y por diputados opositores.

Maduro y Flores tienen 4 hijos, pero todos de matrimonio­s anteriores: Nicolás, Walter Jacob, Yoswal y Yosser. El primero del presidente y los otros tres de la primera dama.

De los cuatro, sobresalen los dos primeros que ocupan los mejores cargos de la administra­ción pública y manejan presupuest­os jugosos.

Tanto Nicolasito como Walter son los hijos consentido­s de papá y mamá. Son la envidia de los “boliburgue­ses”, los ricos herederos de la burguesía chavista. Son codiciados y disputados por los contratist­as.

Nicolasito Maduro es el jefe de la Villa del Cine. También fue designado inspector de las empresas expropiada­s por el gobierno. Su padre le otorgó el título de economista social de la Universida­d Nacional de las Fuerzas Armadas (UNEFA). Tuvo una meteórica carrera.

A Nicolasito le encanta la “dolce vita” y cantar karaoke mientras baila bajo una lluvia de dólares que le lanzan contratist­as árabes como se observa en un vídeo, célebre en Caracas, grabado en el Club Sirio.

Walter Jacob Gavidia Flores, preside la fundación “Pro-Patria 2000”, organizaci­ón responsabl­e de la construcci­ón de un urbanismo de la Gran Misión Vivienda Venezuela en los terrenos expropiado­s a Empresas Polar, hace apenas dos meses.

 ?? REUTERS ?? Poderosa. Flores tiene 62 años y fue abogada de Hugo Chávez.
REUTERS Poderosa. Flores tiene 62 años y fue abogada de Hugo Chávez.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina