Descifraron el genoma de la momia de un niño sacrificado hace 500 años
Había sido encontrada hace 30 años en el Aconcagua. El chico era inca y fue usado en una ceremonia religiosa.
Un equipo internacional de investigadores, liderado por el español Antonio Salas, de la Universidad de Santiago de Compostela, logró descrifrar parte del genoma de la momia de un niño inca que fue sacrificado hace 500 años en un ritual, informó ayer la revista “Scientific Reports”.
La momia del niño de siete años había sido encontrada en 1985 por un grupo de montañistas en el cerro Aconcagua. El pequeño fue seleccionado para una ceremonia religiosa para la cual eran escogidos los niños más lindos y sanos, conocida como “capacocha”.
De acuerdo con Salas, “es la primera vez que se analiza el genoma de una momia andina”. El niño es oriundo de un grupo poblacional que apareció hace 14.300 años en Perú. Los autores consiguieron identificar en el perfil genético de la momia un nuevo linaje (haplogrupo) bautizado en este estudio como C1bi, que no había sido identificado previamente en poblaciones contemporáneas.
Utilizando otra base de datos de más de 150.000 variaciones de ADN, los autores encontraron que podría haber miembros afines a este linaje C1bi viviendo en Perú y Bolivia en la actualidad. La muestra de tejidos analizada fue extraída de la llamada “momia del Aconcagua”, hace unos 20 años, y se conserva hasta ahora en una cámara de frío en la provincia de Córdoba, que pertenece al Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).
El investigador Carlos Vullo, que participó en el análisis del genoma de la momia, espera ahora que haya también avances en otros ámbi- tos, ya que el haber podido obtener esta información genética genera esperanzas en casos en los que se trabaja con material degradado, como cadáveres en estado de putrefacción o huesos encontrados en fosas ilegales.
El imperio inca se extendió del actual Perú hasta el norte argentino y concluyó con la muerte del inca Atahualpa en manos de conquistadores españoles en 1533. Decenas de momias de niños fueron encontradas en los Andes, muchas de ellas bien conservadas por la altitud de la montaña. La momia analizada por el equipo de investigadores es propiedad de la Universidad Nacional de Cuyo (UNC), en la provincia de Mendoza.