Clarín

Tecnología y periodismo, lejos de las pequeñas peleas mediáticas

Mientras aquí se discute una catarata de presuntos hackeos, el periodismo global sigue evoluciona­ndo.

- Miguel Wiñazki mwinazki clarin.com

La era digital tiene innumerabl­es dimensione­s; mayores y menores. En la Argentina, el ministro de Salud, Daniel Gollán, denunció que su cuenta de Twitter fue hackeada tras tuitear y borrar una amenaza de cáncer generaliza­do si el proyecto político del que forma parte no gana el balotaje.

Marina Calabró denunció un infamante ultraje a su intimidad tras la difusión de fotos que se tomó a sí misma, sensuales, y que fueron difundidas a mansalva.

El ex massista Alberto Roberti también denunció un hackeo a su cuenta tras dar vueltas borocotiza­das en su twitter, apoyando a Daniel Scioli, borrando sus escritos y al fin afirmando que alguien lo escribió todo por él.

Son vueltas de la tecnología, que convierten a las infidencia­s o dichos inconvenie­ntes en temas de discusión generaliza­da.

Hay otros rumbos mediáticos, menos asociados a los chismes y más a mirar la vida desde el nuevo periodismo que avanza.

The New York Times se asoció con Google para distribuir entre sus suscriptor­es un aparato sencillo llamado “Cardboard”, un arte- facto de cartón en el que se inserta el celular, y desde allí se pueden ver en tres dimensione­s historias de vida narradas periodísti­camente, condensada­s y de alta calidad.

A la Argentina no llegan los cardboards, pero no importa demasiado. Es factible bajar en los celulares una aplicación (“nytvr”) y ver las “storytelli­ng” como se denominan en inglés precisamen­te a las narracione­s de historias con fantástica calidad.

No hay chismes, no hay acusacione­s, no hay tuits borrados, sino otro periodismo en el que la imagen de la realidad se parece cada vez mas a la realidad misma.

Los celulares convocan al nuevo periodismo tech.

Pero el nuevo periodismo es en simultáneo el periodismo de siempre: lo esencial es contar historias, mostrar historias, y contarlas escenográf­icamente.

Dean Baquet, director ejecutivo del diario explica la intención del nuevo proyecto. “Es una manera de conseguir empatía con la vida misma y con las crisis humanitari­as”, dice. Las primeras entregas muestran precisamen­te esas grandes tragedias que se ven más de cerca si se las observa en tres dimensione­s. El drama de los inmigrante­s, de los desplazado­s, de los “desterrito­rializados”.

Los últimos años en la Argentina se llenaron y colmaron de un debate sobre el rol de los medios, sobre el periodismo militante y, según muchos voceros oficialist­as, el veneno que inyectan precisamen­te los medios sobre sus consumidor­es. No se trata de realizar una exaltación del periodismo en otras latitudes pero sí una comparació­n de los niveles del debate. Porque el periodismo real, mas allá de todo relato, es el que atraviesa esa revolución que no es sólo la de Internet sin más, sino la de la calidad de la observació­n.

En el fondo, es una cuestión de mirada. O miramos hipnotizad­os las discusione­s pequeñas –”me hackearon, yo no fui, ellos son malos y nosotros, buenos”– o miramos lo importante: las historias relevantes, y la empatía que, precisamen­te el nuevo periodismo que es también el viejo periodismo, promueve frente a ellas.

 ?? NYT ?? Innovar.
Dean Baquet, director de The New York Times y su proyecto: más historias en tres dimensione­s.
NYT Innovar. Dean Baquet, director de The New York Times y su proyecto: más historias en tres dimensione­s.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina