Crítico y fuera de la buena onda
Desde las políticas de austeridad de Angela Merkel hasta el rédito de la guerra para unos pocos, el experimentado actor Donald Sutherland se salió del libreto de buena onda hollywoodense para comentar todos los temas de actualidad en Berlín y destacar que la saga de “Los juegos del hambre debería ser recordada “por su mensaje”. “Esto está hecho para politizar a los jóvenes, no para hacer dinero”, destacó Sutherland, en alusión al éxito cinematográfico que ya recaudó más de US$ 2.000 millones en todo el mundo. A sus 80 años, el actor que encarna al tiránico presidente Snow dijo que espera que esta fantasiosa historia de revolución y justicia abra a los jóvenes la esperanza de que habrá “un futuro decente”. “Yo lo sé, porque en 1957 me politicé con La patrulla infernal, de Stanley Kubrick”, agregó un amable Sutherland, que parece nacido para interpretar a Snow, un dictador que utiliza los medios de comunicación para dominar y entretener con violencia al pueblo oprimido. “Es un personaje fantástico, pero no, no estoy triste ni lo voy a extra- ñar. No tengo esos sentimientos. La escritora Suzanne Collins quiso que esta historia fuera un catalizador para jóvenes de todo el mundo, que ellos vieran en esta historia su ocaso y la posibilidad de un futuro mejor”, dijo. El actor, que en Berlín llevaba en el ojal una rosa similar a la que usa Snow en la película, destacó que los seres humanos “venimos repitiendo la historia demasiadas veces. Hay que parar”. Nacido en 1935, Sutherland conserva la esperanza de que “la gente de todo el mundo se organice de forma que no haya estas guerras, porque la guerra es para sacar beneficio, pero no para la gente, el beneficio va para el 1 o para el 10 por ciento. Si podemos lograr eso, habremos conseguido algo grande”, destacó. El actor no dejó títere con cabeza a la hora de criticar a los líderes del mundo, incluida la canciller Angela Merkel. “Me sorprende que haga una política de austeridad cuando sabe que eso no funciona”, destacó. “Y con la experiencia del tratado de Versalles en 1918, de la república de Weimar y el plan Marshall en 1945. Alemania fue salvada por George Marshall, por el dinero. Me sorprende que ella ahora quiera la austeridad. Espero que la gente joven repare estos errores”, destacó.