COLOMBIA ESPERA FORTALECIDA
Ganaba el campeón de América con un cabezazo de Vidal. Pero apareció James y empató de derecha.
Se llevó un buen punto de Santiago: 1-1 ante Chile.
Poco había realizado Colombia cuando la velocidad de Muriel -acierto de José Pekerman al incluirlo en la reconstrucción del equipo- se encargó del prólogo del empate visitante, cuando James Rodríguez -otro que regresó, luego de una lesión-, de derecha, estampó el empate.
Frente a Chile, que una vez más confirmó que Jorge Sampaoli armó una estructura siempre dispuesta a atacar, Pekerman diseñó un planteo basado en la cautela y el contraataque. Desde el módulo táctico 4-3-1-2 y con achique permanente hacia el arco de Ospina. También muchos futbolistas detrás de la línea de la pelota y combate abundante en la mitad de la cancha, sobre todo en la zona de los volantes internos locales, Vidal y el argentino Matías Fernández.
Al minuto tuvo el actual campeón de América una oportunidad clarísima, cuando Ospina manoteó un disparo de Sánchez. Con el pasar del tiempo, el tradicional esquema 3-4-3 se plantó en territorio colombiano con el claro mensaje que le urgía la apertura del marcador. Sin embargo fue Bravo, el arquero del Barcelona, quien tuvo a su cargo la mejor atajada de la primera etapa, cuando voló y desvió un disparo de Torres que se le metía en un ángulo.
A pesar de que los encuentros de Valdivia con Sánchez y Vargas no tenían la precisión de otras jornadas, Fernández y Vidal empujaban todo el tiempo hacia el arco de enfrente. Y justamente estos dos protagonistas se unieron para el grito de gol en el estadio Nacional: tiro libre de Fernández y cabezazo pleno de Vidal, entre los centrales Zapata y Murillo, para clavar el 1-0.
El tramo inicial de la etapa complementaria fue también favorable a los chilenos, hasta que Pekerman realizó una variante que mejoró notablemente a su conjunto: Cardona por Sánchez, que no sólo estaba amonestado sino que había quedado al borde de la expulsión. Además de Cardona, James entró más en contacto con el balón, Muriel empezó a castigar a la línea de tres defensores trasandina y el empate dejó de ser una utopía.
Es que, además, Chile no pudo recuperar su voracidad ofensiva y dependió de los intentos individuales de Valdivia, Sánchez y Vidal cuando justamente la fortaleza del campeón de América es la circulación, el pasaje de los mediocam- pistas externos y la superioridad numérica en todo el campo.
Que el partido terminó de un modo diferente al que comenzó lo certifica la extraordinaria atajada de Bravo ante el derechazo de Cardona. Colombia se recuperó, rescató un puntazo y espera a la Argentina en la tórrida Barranquilla con un día más de descanso.