Un escenario pasado por agua
No es la primera vez que la lluvia complica o hace suspender un partido en cancha de River. Había pasado en Eliminatorias.
Los últimos años ofrecen antecedentes de partidos en el Monumental que se enrarecieron o directamente ni empezaron por adversas condiciones meteorológicas.
El recuerdo del Argentina-Inglaterra de 1953 se impone primero en la recorrida. Fue todo un acontecimiento la llegada del equipo británico. Por eso se agregó otro choque que estaba fuera de agenda. El 14 de mayo, Argentina ganó 3-1 con el famoso gol de Ernesto Grillo. Tres días después se jugó el bueno, el oficial. Un diluvio cayó sobre Buenos Aires. Había 100.000 personas en el Monumental. Comenzó pero no se podía jugar. Y se suspendió a los 23 minutos. Era el único antecedente de un partido suspendido por lluvia en la historia de la Selección. Otro con Brasill, el 3 de octubre de 2012 en Chaco, no empezó porque falló la instalación eléctrica (ver Amistoso...).
A nivel de Eliminatorias, un caso inolvidable es el del 2-1 a Perú en 2009. El encuentro, clave para la clasificación a Sudáfrica 2010, empezó con un clima agradable. La tormenta se desató en el entretiempo y toda la segunda etapa se desarrolló bajo la lluvia. Esa circunstancia le dio más épica todavía al agónico gol de Martín Palermo y al festejo en palomita de Maradona.
En 2014, River jugó con lluvia y un campo totalmente inundado el Superclásico ante Boca, pero logró suspender ante Estudiantes, aunque la cancha estaba igual de intransitable en ambas ocasiones.
Este año, otro chaparrón no impidió que River pasara por encima a Tigres (México) en la final de la Libertadores y mucho menos frustró el festejo de sus hinchas por la conquista copera.