Ecuador y la altura, una alianza letal para Uruguay
Caicedo y Martínez, uno en cada tiempo, anotaron para el local, que fue mejor; había igualado Cavani.
Ecuador es un asombro en este comienzo de las Eliminatorias para Rusia 2018. Queda una impresión: el impulso que tomó en el Monumental -con aquel 2-0 del debut ante Argentina, ese triunfo que quedará guardado para la historiale sigue sirviendo para convencerse de que todo es posible. Incluso lo que ahora le sucede: ser el líder de Sudamérica. Ayer, en un partido atractivo, fue más que Uruguay y lo venció 2-1.
Se sabe desde mucho antes de este buen momento de Ecuador: jugar en la altura de Quito es una dificultad añadida para cualquiera. También para ese Uruguay que venía con paso firme y que de la mano de Oscar Tabárez siempre como un equipo capaz de terminar festejando a pesar de cualquier circunstancia.
Se comprobó también esta vez, más allá del desenlace: Ecuador se siente cómodo en el Atahualpa, ante su gente, ante sus circunstancias favorables. Pero es bastante más que su localía fuerte este equipo de Gustavo Quinteros. Se defiende con firmeza, ofrece un mediocampo capaz de retroceder para equilibrar y de salir rápido para sorprender. El gol, a los 22 minutos, sirve de perfecto ejemplo de esa dinámica: toque veloz y preciso de Noboa hacia la derecha para la subida por sorpresa del lateral Paredes, desborde, centro atrás, definición de Felipe Caicedo. Gol y 1-0 con esa fórmula simple, lúcida, eficaz.
Tiene otra virtud este Ecuador: cree en lo que hace. Se anima. No se inhibe ante la camiseta del rival (ya les ganó a dos de los tres campeones del mundo que tiene Sudamérica. Y sale a buscar los partidos de entrada, con la pelota en su poder. Sirve el detalle de la estadística que lo cuenta: tuvo una posesión del 68%.
Y Ecuador también está forjando su carácter de equipo bravo, ganador. Lo demostró ayer: cuando Uruguay volvió a mostrarse como La Celeste temible de siempre (le empató con un cabezazo de Cavani y estuvo cerca del segundo, en el inicio del segundo tiempo), Ecuador reaccionó pronto y fue por más. Por todo. Y en breve, se puso otra vez en ventaja: a los 13, tras un rebote, Fidel Martínez estableció el 2-1. Antes y después pudo haber aumentado la diferencia. Lo que nunca cambió fue otra cosa: el entusiasmo que La Tri genera en su gente. Y también en este inicio de las Eliminatorias.