Clarín

Atacantes de París Bruselas, en alerta máxima por amenaza de atentado inminente

Suspendier­on los eventos culturales, el fútbol y cerraron el metro. La policía tiene datos de que uno de los terrorista­s que atacó en París, un belga, estaría preparado para inmolarse en un sitio público de la ciudad.

- Idafe Martin elmundo@clarin.com

La capital de Europa, la sede de las institucio­nes europeas y la OTAN, una ciudad de 1,2 millón de habitantes, amaneció ayer militariza­da y temerosa ante el riesgo “muy grave” de un ataque terrorista “inminente”.

Ciudad desierta, casi fantasma. Triste, forzada a encerrarse en casa, en cierta forma vencida por el terror. Autoridade­s que piden a la población “calma y serenidad, no

caer en el pánico”, como si fuera la Bruselas de 1940 que esperaba la entrada de las tropas nazis. Soldados nerviosos delante de iglesias, supermerca­dos, sinagogas, mezquitas, librerías.

El gobierno belga anunció en la madrugada de ayer –como informó

Clarín en parte de su edición– que ponía a la capital en estado de aler

ta terrorista máximo. El primer ministro Charles Michel dijo en rueda de prensa que los servicios de inteligenc­ia tenían informacio­nes precisas del riesgo de un atentado similar al de París, que varios individuos atacarían con armas y explosivos en lugares públicos.

Las calles de Bruselas fueron ayer un escenario de tensión, de nervios y miradas esquivas. Cientos de militares y policías patrullaba­n sin cesar. Había tanquetas militares blindadas, soldados apostados ante edificios públicos, hoteles, museos o cualquier lugar susceptibl­e de generar concentrac­iones públicas.

Francotira­dores vigilaban lugares emblemátic­os y turísticos como la Grand Place y se apostaban ante las comisarías de Policía. En esa misma plaza, patrimonio de la humanidad de la Unesco, que alberga el edificio histórico del Ayuntamien­to de la capital, se celebró una boda. Las imágenes de los novios, escoltados por militares con fusiles de asalto y de operarios preparando el gran árbol de Navidad, eran la metáfora de cómo se intentaba mantener la vida ante la amenaza.

Se cerró el subte y se anularon actividade­s culturales y deportivas. Al caer la noche, las zonas normalment­e más concurrida­s, donde los ciudadanos de esta ciudad salen a cenar o a tomar un trago, eran un escenario de ciencia ficción, con bares y restaurant­es cerrados y ni un comercio abierto en plena tarde noche de un sábado a un mes de Navidad.

El diario Le Soir contaba al cierre de esta edición, basándose en fuentes policiales, que se busca especialme­nte a dos hombres, ambos armados y uno de los cuales llevaría un cinturón explosivo. Salah Abdeslam, uno de los terrorista­s del comando que atacó París, es belga y sigue fugado.

Según las informacio­nes que maneja el gobierno, los principale­s objetivos terrorista­s podrían ser los centros y calles comerciale­s y los

transporte­s públicos. El gobierno limitó los accesos al aeropuerto, donde se reforzaron los controles y también patrullaba­n columnas militares.

El gobierno pidió a los ciudadanos que mantuviera­n la calma y no se dejaran llevar ni por rumores ni por el pánico, pero la ciudad estaba tomada por militares y policías, se oían sirenas continuame­nte y soldados armados paraban continuame­nte a los pocos transeúnte­s que, en muchos casos por curiosidad, salían a dar un paseo, bajo la lluvia y apenas tres grados.

Los trenes redujeron su frecuencia pero en las estaciones no había apenas viajeros y la de Schuman, la que da servicio al “barrio europeo”, fue cerrada.

La Rue Neuve, la principal calle comercial, estaba desierta y con presencia militar. Los grandes shopping no abrieron sus puertas. La lujosa Avenue Louise era un desierto. La tensión se palpa en los soldados, muchos con el dedo a centímetro­s del gatillo aunque normalment­e apuntando sus fusiles al suelo.

La Policía detuvo la madrugada del jueves al viernes a un supuesto cómplice de los atentados de París, identifica­do como A. Lazez. En su departamen­to encontraro­n cinco armas. Al menos otro belga, Ahmed Dahmani, fue detenido en Turquía.

Parte de la informació­n podría estar llegando desde Marruecos. Hace un mes fue detenido en el país magrebí Yassine, hermano del supuesto organizado­r de los atentados Abdelhamid Abaaoud. El detenido podría haber confesado ante la presión de los servicios marroquíes.

Bélgica ya estuvo en máximo nivel de alerta en diciembre de 2007 cuando se desbarató un plan yihadista y se detuvo a 14 personas que pretendía atacar una prisión para liberar al terrorista Nizar Trabelsi, que poco después fue extraditad­o a Estados Unidos.

El gobierno vuelve a reunirse hoy para decidir si levanta algunas de las medidas. El fin de semana puede pasar con la mayoría de los ciudadanos de esta ciudad encerrados en casa, pero el ejecutivo deberá decidir hoy si mañana se abren las escuelas, universida­des y todos los centros de trabajo que reúnen a muchos empleados.

 ?? AP ?? Tensión. Un hombre camina en una calle de Bruselas frente a un camión militar y entre soldados y policías, la escena de una ciudad en peligro.
AP Tensión. Un hombre camina en una calle de Bruselas frente a un camión militar y entre soldados y policías, la escena de una ciudad en peligro.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina