Se expanden las bibliotecas virtuales gratuitas del subte
Hay cinco que ofrecen más de 200 clásicos en la línea D y en el pasaje del Obelisco Norte. Por ahí, circulan 115 mil pasajeros al día. La próxima estará en la estación Rosas de la B.
Ahí están, ordenados sobre los estantes que cubren una de las paredes de la estación Catedral, a disposición del que quiera leerlos. De Alicia en el País de las Maravi
llas de Lewis Carroll a El Príncipe de Nicolás Maquiavelo, de El Pozo y el Péndulo de Edgar Allan Poe a El Patio Salvaje de Henrik Ibsen. Son
más de 200 libros de diferentes géneros literarios que se pueden bajar de manera gratuita de las cinco
bibliotecas virtuales que ya funcionan en distintos puntos de la red
de subterráneos de la Ciudad. Así, con unos pocos clics, directo de la pared al dispositivo móvil, para leer en el viaje sin la necesidad de estar conectado a Internet.
“Es una pavada, dame tu celu, te ayudo”, le dice María a su amiga mientras se calza los anteojos que lleva a modo de vincha. “¿Tenés el lector de estos códigos?”, pregunta mientras la otra se encoje de hombros. “Es el mismo de WhatsApp (por el sistema para usar la aplicación en página web)”, insiste. Pero nada. Para descargar las publicaciones, hay que tener instalado un lector de códigos QR (se baja de cualquier Play Store) y alguna aplicación que permita abrir archivos ePub o PDF. Después, se trata simplemente de escanear el código que está pintado en el lomo del libro seleccionado, y descargarlo.
Las bibliotecas están en las estaciones Plaza Italia, Catedral y Congreso de Tucumán de la línea D, y hay otras dos en el pasaje de
combinación de las líneas B,C y D en la galería Obelisco Norte. “Aproximadamente unos 115 mil pasajeros pasan todos los días por esas estaciones”, explican desde Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (SBASE), la empresa del Gobierno porteño que tiene a cargo la administración de la red de subtes. Y apuntan que tanto en la línea D como en las galerías se puede acceder a Internet a través de BA WIFI, abierta y gratuita.
“Está buenísimo. Cada dos por tres me olvido el libro que estoy leyendo o lo tengo que sacar de la mochila porque termina pesando mucho y extraño leer en el viaje. No sé si voy a lograr concentrarme en la pantalla del teléfono, supongo que es cuestión de costumbre”, dice Ramiro Suárez, estudiante de Derecho y empleado administrativo, mientras completa los pasos para descargar La Vida es Sueño, de Calderón de la Barca. “Veo que hay muchos de esos clásicos que todos conocemos pero no leímos nunca. Es una oportunidad”, apunta.
“La iniciativa fue muy bien recibida por los usuarios de la Línea D, y por eso continuamos ampliando la oferta, haciendo de las bibliotecas espacios dinámicos que permitan acercar la lectura a un sitio cotidiano como es el subte”, explica Verónica López Quesada, Gerente Corporativa y Comercial de SBASE. Cuentos de amor, de locura y de muerte, de Horacio Quiroga; La isla del tesoro, de Robert Louis Stevenson; El príncipe y el mendigo, de Mark Twain; El amigo fiel, de Oscar Wilde; El arte de la guerra, de Sun Tzu, y La República, de Platón, son algunos de los títulos que se pueden descargar en cualquiera de los puntos. Y prometen sumar.
“Estamos convencidos de que la tecnología es una aliada estratégica para la modernización del subte. En este caso, nos ayuda a expandir una iniciativa que comenzó en Plaza Italia y que permite utilizar las estaciones de un modo innovador, pensando en las nuevas necesidades de los usuarios y acercándoles nuevos servicios”, se suma Juan Pablo Piccardo, presidente de SBASE. La próxima estará en la estación Juan Manuel de Rosas de la línea B, y el objetivo es que la red se siga expandiendo.