La locura por el Barcelona en un rincón de San Telmo
Vibraron 150 fanáticos del Barça, alineados en la peña Nicolás Casaus. Reverencias para Messi y silbidos para Cristiano.
El silencio que envuelve el estadio Bernabéu contrasta con el “Oleeee” casi permanente que atrona a miles de kilómetros de donde juegan Real Madrid y Barcelona. Más precisamente en la sala del Teatro Margarita Xirgu, en San Telmo, donde los culés viven su propia fiesta en el Casal de Catalunia. Allí, convocados por la peña barcelonista Nicolás Casaus, poco más de 150 personas se embriagan con las imágenes de la pantalla gigante. “Dame una manito, una manito”, grita a minutos del final el catalán Gamal Azcona (38 años), casi eyectado de la butaca en clara referencia al quinto gol que no llega.
La imagen de Cristiano Ronaldo queda envuelta en una silbatina bien de cancha. Y el Xirgu de a ratos se convierte casi en una platea del mismísimo Camp Nou. “Es una lástima que Alberto Calo- ggero, que es el presidente de las peñas barcelonistas de América latina, no esté debido a que viajó a ver el partido. Pero estoy seguro de que estaría muy feliz de vivir esta fiesta con nosotros”, cuenta Santiago Alonso Novo, quien oficia de anfitrión. “Siempre del Barcelona. Viví muchos años en Londres y viví también una peña muy activa. Se reunían en un barco anclado sobre el Támesis”, interrumpe Gonzalo Parra (35 años), un venezolano que reside en Argentina desde hace seis meses. “Viví muchas cosas con estos colores y no tengo familia catalana ni soy catalán, pero te puedo asegurar que soy más culé que varios catalanes”, afirma.
En tanto, las palmas se mezclan con un grito de guerra muy característico: “Barsa, Barsa”. Se alienta en catalán, pero insultan bien en criollo. De repente, la imagen del ingreso de Lionel Messi paraliza el lugar por un segundo. La sala a pleno se pone de pie y al grito de “Messi, Messi” lo reverencian casi como a un Dios. Está claro que, a esa altura, la fiesta fue de todos.