Clarín

El Centro Gallego, en grave crisis por la corrupción y malas administra­ciones

Llegó a tener 120 mil afiliados y hoy le quedan 10 mil. Sus 1.300 empleados tienen problemas para cobrar sus sueldos. El Centro se fundó en 1907 y ocupa media manzana, con 60 consultori­os y 6 quirófanos.

- Silvia Gómez sgomez@clarin.com

El Centro Gallego tiene una historia enorme y rica en el país, como la misma colectivid­ad que fundó la institució­n, en 1907. Después de varias mudanzas, el edificio se estableció definitiva­mente en Belgrano y Pasco, en Balvanera. Arrancó funcionand­o como un pequeño centro de curaciones hasta transforma­rse en un sanatorio que ocupa media manzana, con 60 consultori­os externos y 6 quirófanos. La institució­n representa a cinco millones de gallegos –entre nativos y sus descendien­tes–, por eso es considerad­a como una de las más importante­s, de migrantes, a nivel internacio­nal.

Sin embargo, los últimos años fueron complicado­s: desde 2012 se encuentra intervenid­o por la Justicia. “El deterioro se fue dando a lo largo de los años. Administra­ciones ineficient­es y corruptas. Todavía esperamos que alguien juzgue a los anteriores directivos, los que colocó la Justicia y los que pertenecía­n a la fundación Galicia Saúde. Vaciaron la institució­n y nosotros quedamos adentro, resistiend­o el cierre”, cuenta una enfermera con casi 3 décadas trabajando en el lugar. La institució­n llegó a tener 120 mil afiliados; ahora cuenta con unos 10 mil, que en un 70% son adultos mayores vulnerable­s.

Se estima que el sanatorio tiene 1.300 empleados y en estos días algunos sectores realizan medidas de fuerza. Básicament­e porque esperan cobrar los sueldos que les deben. Pese a las protestas el Centro opera con normalidad. “El gobierno anterior, a través del Instituto Nacional de Asociativi­smo y Economía Social (que depende del Ministerio de Desarrollo Social), llenó el hospital de funcionari­os, lo usó como un reducto político. La atención se triplicó, atendemos a PAMI y a 80 obras sociales y aunque esto debería ser una excelente noticia, no lo es para nosotros porque no cobramos nuestros sueldos o nos pagan en cuotas”, contó a Clarín Elsa Castro, delegada gremial de Fatsa (la Federación de Asociacion­es de Trabajador­es de la Sanidad). “El intervento­r anterior (Carlos La Blunda, militante kirchneris­ta) agarró sus cosas y se fue. Se mandaron a mudar sin decir cómo sigue todo. El hospital está lleno de insumos, y eso está muy bien, pero sentimos que todo se financia con nuestros sueldos”, dijo.

En 2012, para evitar una quiebra que se anunciaba desde hacía muchos años, el Centro Gallego fue intervenid­o judicialme­nte. “La gestión anterior tuvo que poner en marcha un sanatorio literalmen­te paralizado: sólo podía ofrecer 40 camas de las 300 disponible­s. Esta parte ya se hizo, ahora estamos en la tarea de ordenar las finanzas, los sistemas de contrataci­ón y cobro. Existe un desorden histórico que perjudicó centralmen­te el pago en tiempo y forma de los salarios”,

reconoció a este diario el actual intervento­r, el contador Sergio Iribarren Pugach. Hasta octubre de 2015, una parte de los sueldos de los empleados se subsidiaba­n a través del Ministerio de Trabajo (Programa de Recuperaci­ón Productiva). “Con recursos propios hemos abonado todo noviembre, un tercio de los aguinaldos y en estos días cancelarem­os diciembre”, aseguró el contador. Una deuda clave para el futuro del Centro es la del PAMI; según detalló Iribarren Pugach, ese organismo le debe a la institució­n 20 millones de pesos.

Pasaron 109 años de la aventura de fundar una institució­n que cobijara a los gallegos en Argentina. Una aventura que por momentos estuvo al borde del naufragio; aún hoy corre peligro. Desde el perfil de Facebook “Hay que salvar al Centro Gallego”, el colectivo de gallegos y descendien­tes pone el foco en la memoria: en las malas administra­ciones que llevaron al lugar a ser intervenid­o por la Justicia, pero también en la lucha y el esfuerzo que dio la comunidad cuando llegó al país. “Honraremos lo que nuestros padres y abuelos nos legaron”, prometen.

 ?? L. THIEBERGER ?? Clásico. El edificio de Belgrano y Pasco fue adquirido en 1917 y es donde funciona el sanatorio, con 10.000 afiliados y otras prestacion­es.
L. THIEBERGER Clásico. El edificio de Belgrano y Pasco fue adquirido en 1917 y es donde funciona el sanatorio, con 10.000 afiliados y otras prestacion­es.

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