Clarín

Cómo detener al huracán del magnate republican­o

- Gustavo Sierra gsierra@clarin.com

Hay pánico en el Partido Republican­o. No saben qué hacer con el multimillo­nario Donald Trump que ganó 10 de las 15 primarias que se disputaron y ya tiene casi la mitad de los delegados que se necesitan para obtener la nominación. Sus posiciones podrían llevar al partido a una derrota estrepitos­a frente a la candidatur­a demócrata de Hillary Clinton. Y muchos se preguntan si no es la hora de apostar a un independie­nte que concentre los votos conservado­res por fuera del partido.

El ex candidato republican­o Mitt Romney, que perdió frente a Barack Obama en 2012, salió a expresar ese espanto de los “barones” republican­os. “Es un fraude”, dijo de Trump. John McCain, otro pilar y ex candidato, lo secundó de inmediato. Y tres estrategas del partido, Karl Rove, Alex Castellano­s y Gail Gitcho, repitieron en los programas políticos que la candidatur­a de Trump sería “catastrófi­ca” y podría llevar a la desaparici­ón del Great Old Party.

De todos modos, los otros dos contrincan­tes en las primarias, los senadores Ted Cruz y Marco Rubio, aseguraron en el último debate que apostaban a la unidad partidaria. Incluso, con el multimillo­nario como candidato. Claro que inmediatam­ente después se trenzaron en una discusión entre insultos cuando Trump dijo que para derrotar a los terrorista­s había que recurrir a la prohibida técnica de tortura del “submarino”. “¡Y los militares lo van a hacer porque yo se los voy a ordenar!”, lanzó con una sonrisa burlona.

Trump es la expresión de una clase media blanca venida a menos por la transforma­ción tecnológic­a de las industrias donde trabajaban. Es gente frustrada por las políticas emanadas de lo que considera “una casta” instalada de Washington. Y que busca el “chivo expiatorio” fuera de las fronteras del país. El problema de los republican­os es que puede perder a Trump pero no a ese electorado porque sin sus votos le sería difícil llegar nuevamente a la Casa Blanca.

Parecería que lo único que puede detener al huracán Trump es que le aparezca algún escándalo mediático. Y en eso están trabajando sus propios correligio­narios.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina