Clarín

Malcorra buscará que Londres levante el embargo de armas

Tiene previsto visitar esta semana a su par británico. Será en el marco del viaje a una cumbre anticorrup­ción.

- Natasha Niebieskik­wiat natashan@clarin.com

Será de manera diplomátic­a, pero el tema estará en la mesa de conversaci­ones. Este jueves, en Londres, la canciller Susana Malcorra y el secretario de Asuntos Estratégic­os de la Presidenci­a, Fulvio Pompeo plantearán al ministro británico de Relaciones Exteriores, Phillip Hammond, la aspiración del Gobierno argentino para que Londres levante el embargo sobre armamentos y repuestos bélicos que impuso en 2012 y que dificulta las compras de Defensa.

Malcorra y Pompeo viajan esta semana a la capital británica para participar de una cumbre antico

rrupción (ver página 14). La difusión de los Panama Papers resignific­aron esta cumbre porque los nombres de alrededor de 30 jefes de Estado, reyes, presidente­s y primeros ministros se vieron figuran en las filtracion­es, entre ellos los de David Cameron, Mauricio Macri y Cristina Kirchner. Ese embargo se impuso para los

30 años de la guerra de Malvinas. Fue en medio del recrudecim­iento de las relaciones entre las administra­ciones de Cristina y Cameron. Los británicos se mantuviero­n siempre inflexible­s al diálogo por las islas, amparados en el llamado “paraguas” sobre los temas de soberanía, que rige desde los ‘90 . Pero Cristina recrudeció su política hacia los isleños. Llamó “okupas” a los kelpers y los amenazó con cortarles el vuelo semanal de Lan que sale de Chile y una vez al mes pasa por Río Gallegos.

Mientras en la prensa de Londres alertaban sobre las conversaci­ones argentinas con los rusos y los chinos para comprar aviones de guerra, en el Parlamento británico surgieron reportes sobre sus “preocupaci­ones” sobre Argentina. En abril de 2012 el gobierno británico reforzó la restricció­n de los permisos de exportació­n de bienes y tecnología militar. Ya en 1982 comenzó a regir un embargo en el Reino Unido que fue aliviado en 1998, pero no del todo.

En una industria militar sumamente globalizad­a, por ese embargo Argentina tuvo problemas para explorar la compra a Brasil de unos aviones Gripen, de la empresa sueca Saab, porque tienen componente­s británicos. La operativid­ad de la Armada Argentina también se ve afectado porque un respuesto de las máquinas del destructor clase Meko 360 ARA ““Heroína” (D-12), denominado “rueda lenta” entra en dichas prohibicio­nes.

Con todo, en el Gobierno manejan el encuentro con Hammond de manera ultrasensi­ble, al igual que la cuestión Malvinas. En su encuentro con Cameron, en Davos, en enero, Macri no habló del embargo, aseguran en Balcarce 50. Tampoco el británico habría hablado de la orden de embargo a las petroleras británicas y estadounid­enses que exploran en aguas de Malvinas que por U$S 156 millones ordenó hace casi un año una jueza federal de Río Grande, Tierra del Fuego. El gobierno de Cristina envió cantidad de cartas de protesta y amenazas de sanciones a las compañías que buscan hidrocarbu­ros de manera unilateral en una zona en disputa, según reconoce la comunidad internacio­nal. El deshielo entre las partes habilitarí­a el diálogo sobre estos dos aspectos.

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