“No puedo pagarme dos comidas al día ni el alquiler”
Sergio Hipperdinger nació en General José San Martín hace 24 años. Y desde que era un pibe que jugaba en los potreros de Chaco se imaginó futbolista. Lo que nunca pensó el delantero que ya en Primera División iba a tener que pedir dinero prestado y un plato de comida en la pensión del club.
Sin embargo, así se viven los turbulentos días de Quilmes. Con una deuda de 16 millones de pesos que arrastra cinco meses: noviembre, diciembre, febrero, marzo y abril. El plantel apenas cobró enero, casi un guiño para este capricorniano que cumple el 14. Pero ya no le alcanza la plata al chaqueño. “No puedo pagarme dos comidas al día y pedí permiso para almorzar en la pensión del club, junto con los chicos de la Reserva e inferiores”, le cuenta conmovido a Clarín. -¿Es cierto que tampoco podés costear el alquiler? -Hace seis meses que no puedo hacerme cargo. Por suerte, el dueño del departamento es hincha de Quilmes y me banca. No me va a echar, no es que no quiera pagar, no puedo hacerlo. La verdad, se portó muy bien conmigo.
-No se entrenaron el jueves, jugaron el viernes y este lunes tampoco trabajaron. ¿No se perjudican ustedes mismos? -Es la única manera que tenemos de reclamar. Nuestra idea es venir al club, entrenar y tener la cabeza
puesta en ganar cada fin de semana. No nos pone feliz esta situación. Es una mierda no cobrar.
Hipperdinger colaboraba con su madre en Chaco. Cada mes, le mandaba entre 7 mil y 8 mil pesos. Ahora, ni un billete le sobra en el bolsillo. Hasta tuvieron que prestarle efectivo los compañeros, sobre todo, Sebastián Chirola Romero y Rodrigo Chapu Braña. -¿Ves una solución a corto plazo? -Estamos dolidos porque creímos en los dirigentes. Ellos tienen que encontrar una solución sí o sí. -¿Van a volver a entrenarse? -Estamos todos en la misma. Este es un grupo muy unido y tenemos que salir juntos. Se nota en la cancha. No me puedo quejar porque el equipo deja todo por la camiseta y se esfuerza para ganar. -¿Y los hinchas entienden la coyuntura? ¿Les tienen paciencia? -La gente nos apoya. Si quiere putear, está en todo su derecho. Pero demostraron estar de nuestro lado. Y eso no tiene precio.