El súper ministro que pasó de protegido a apuntado

Durante el juicio oral por la tragedia de Once, tanto Ricardo Jaime como Juan Pablo Schiavi apuntaron de alguna manera en sus declaraciones apuntaron a Julio de Vido. No se trataba de testimonios como arrepentidos, sino que era lógica pura. Ambos, como secretarios de Transporte reportaban al Ministerio de Planificación Federal, que durante toda la era kirchnerista manejó De Vido. Y que de hecho se desprendió del área de Transporte (pasó a Interior y quedó a cargo de Florencio Randazzo) pocos meses después del choque del tren que dejó 51 muertos y 789 heridos.

Lo ilógico entonces es que De Vido no haya estado sentado en el banquillo durante el juicio que terminó con la condena para dos de sus ex subordinados.

Detrás de la ausencia en la causa inicial del súper ministro de Néstor y Cristina aparece el nombre de Alfredo “Fredy” Lijo, hermano del juez Federal Ariel Lijo y colabora- dor y asesor judicial de De Vido.

Según reveló el diario La Nación, 13 días después de la tragedia de Once, De Vido mandó a Lijo a conversar con Bonadio. Ambos se reunieron con un representante de la Procuración. A los pocos días, el fiscal Federico Delgado fue retira

do de la causa, y De Vido no fue ni

siquiera citado a declarar. Todos los contrario pasó con la gente que trabaja para él: Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, sus secretarios de Transporte, e integrantes de la Comisión Nación de Regulación del Transporte (CNRT), que también era apéndices de Planificación.

La protección a De Vido comenzó a desvanecerse con el pedido de la Cámara Federal para que Bonadio lo investigara por la tragedia Once, solicitud que había elevado el Tribunal del jucio oral.

El acuerdo con Bonadio se había quebrado antes. El kirchnerismo había arremetido contra el juez federal e intentó incluso destituirlo a través del Consejo de la Magistratura. Esta vez fue Bonadio quien le pidió a Fredy Lijo que intercediera ante De Vido para mejorar su situación. No encontró respuesta.

Tampoco la encontró De Vido cuando piso los tribunales de Comodoro Py para ser indagado por Bonadio. Dejo un escrito para defenderse y pidió la recusación del juez.

Fuera del edificio se manifestaba un grupo de familiares de las víctimas. María Luján Rey, una de sus referentes, dijo: “De Vido

fue un inútil o fue cómplice”. Ayer Bonadio se inclinó por la segunda opción. Cuatro años antes había pensado distinto.