Tenía que controlar a Lázaro y ahora vive como un millonario
Residía en Río Gallegos y ahora tiene seis campos. Llegó a su cargo con De Vido y trabajó en Vialidad hasta 2010.
El nombre de Sandro Férgola causa temor entre los empleados de la Dirección Nacional de Vialidad (DNV): muchos prefieren callar porque saben que fue el funciona
rio más poderoso en ese organismo mientras el grupo de Lázaro Báez obtenía la mayor parte de las licitaciones. En los papeles, Férgola era quien debía controlar que el empresario que alquila las casas y hoteles de la familia Kirchner hiciera bien su trabajo y cobrara un valor justo por ello. La historia de- muestra que nada de eso sucedió. Mientras Lázaro sigue entre rejas, Férgola es ahora un próspero empresario con campos en Córdoba,
Formosa y San Luis, que además vive en el country más exclusivo de Córdoba.
Férgola es un ingeniero de 51 años que una década atrás vivía y trabajaba en Río Gallegos. Por decreto fue designado en la DNV en 2005, donde se desempeñó hasta julio de 2010. Una investigación realizada por
Clarín permite exponer el meteórico enriquecimiento de este cordobés que, como Ricardo Jaime, marchó a trabajar en los noventa al sur con una mano atrás y otra delante. Su padre, Alejandro Santiago Férgola, era dueño de un pequeño
campo de 360 hectáreas en Capilla de Sitón, ubicado a unos 30 kilómetros de la Ruta 17, cerca de Jesús María. Pero ni siquiera lo trabajaba, ya que lo alquilaba a la familia cordobesa Celiz Gigena. “Era un hombre sencillo y responsable, de bajo perfil”, dijo alguien que lo conoció. Sandro, el hijo, comenzó a manejar el negocio familiar ni bien asumió en la DNV y también hizo
culto del bajo perfil: no participaba en actos públicos ni permitía que le sacaran fotos.
Todavía vivía en Rio Gallegos en mayo de 2006, cuando Férgola y su esposa, María Elizabeth Velasco, adquirieron una empresa llamada Floating Homes SA, a la que poco tiempo después luego le cambiaron el nombre: la rebautizaron con el nombre del campo familiar, “El
Tercio SA”. Tenía entonces un magro capital social de 12 mil pesos, que fue incrementado a 1 millón de pesos recién en octubre de 2011, ya con el ingeniero fuera de la función pública. Actualmente El Tercio SA, según consta en diferentes organismos, es propietaria de por lo menos seis establecimientos agropecuarios que cubren varias
miles de hectáreas. Dos en su Córdoba natal: El Tercio (Totoral) y 11 Hermanos (Río Primero). Otros dos en Formosa: Racca y La Colorada (entre Pirané y Palo Santo). Y finalmente dos más en San Luis: El Silencio y Bajo El Durazno (Departamento Belgrano). Como subadministrador de Vialidad, Férgola presentó tres declaraciones juradas ante la Oficina Anticorrupción entre 2008 y 2010, y en ninguna de ellas declara poseer bienes que puedan justificar un crecimiento patrimonial como el descripto.
Su mayor activo, cuando dejó la función pública, era el 50% de El Tercio SA, el que valorizaba entonces en 2,33 millones de pesos. Su mayor tesoro, no obstante, era un viejo automóvil Chevrolet modelo
1928. Entonces declaró que valía unos 900 pesos.