Bonafini viaja al Vaticano para ver al Papa Francisco
Ayer elogió al Sumo Pontífice. “Pone el acento donde hay que ponerlo”. Y dice que “es el momento de ir”.
Hebe de Bonafini se encontrará con el Papa Francisco a fin de mes, si los médicos la autorizan a viajar. La información que adelantó Clarín en su edición de ayer, en base a fuentes del Vaticano, planteaba la duda acerca de si el Papa recibiría a la titular de Madres de Plaza de Mayo en una audiencia pública o en una entrevista privada en la residencia de Santa Marta.
A esto se sumó la confirmación del encuentro por parte de fuentes de la fundación, que en diálogo con el sitio Infobae, aseguraron que Bonafini “piensa que es el momento para ir”.
Sin embargo, el viaje, previsto para fin de mes, estará sujeto a la autorización médica de la titular de Madres, de 87 años.
El encuentro entre Bonafini - acérrima defensora de la década kirchnerista- y el Sumo Pontífice, será pocos meses después del frío encuentro con el presidente Mauricio Macri en la Santa Sede.
La decisión por parte del Vaticano de desclasificar archivos secretos de la dictadura argentina fue tomado con escepticismo por la titular de Madres.
Sin embargo, en una de las rondas de los jueves alrededor de la Pirámide de Mayo, Bonafini dijo que si incluían sus pedidos de que “reconozca que la Iglesia tuvo mucha participación en la represión” de la última dictadura y que “haga una misa por todos los sacerdotes y las monjas del tercer mundo desaparecidos en Latinoamérica”, iría a verlo.
Una de las últimas apariciones en público de la titular de Madres fue durante el aguante a Cristina Kirchner en los Tribunales de Comodoro Py, aunque en ningún momento bajó de la camioneta que la llevó al lugar.
“El Papa vino para transformar. Está usando su poder, que es muy grande, poniendo el acento donde hay que ponerlo: en la pobreza, la marginalidad, los pedófilos y las riquezas del Banco del Vaticano. Es un momento oportuno para poder hablar con él”, dijo Bonafini en diálogo con la agencia estatal Télam al referirse a los motivos por los que decidió aceptar la invitación de parte del Vaticano.
La presidenta de la organización, de 87 años, se está realizando controles médicos para confirmar si está en condiciones de realizar el viaje para entrevistarse con el Papa Francisco.
Sin embargo no quiso adelantar los temas que abordará con el Papa, aunque afirmó que no le pedirá “nada personal” y sí “algo que sirva a todos”.