Robledo Puch recorrió 720 kilómetros para unas pericias
Lo trasladaron desde Sierra Chica hasta San Isidro para hacerle estudios médicos. Lleva 44 años preso.
Lleva 44 años detenido y tiene un currículum temible: es el máximo asesino de la historia criminal argentina. Y ayer volvió a ser noticia, aunque por apenas unas horas. Carlos Robledo Puch (64) recorrió en total 720 kilómetros a bordo de una camioneta del Servicio Penitenciario Bonaerense para ser sometido a estudios médicos. Salió bien temprano del penal de Sierra Chica, en las afueras de Olavarría, adonde está recluido desde 1977. A las 9.30 llegó a la Asesoría Pericial de San Isidro. Exactamente 80 minutos más tarde, “El ángel de la muerte” partió de regreso, a toda velocidad, con el gesto adusto y sin decir nada ante la prensa.
Ayer se cumplieron 16.168 días desde aquel 3 de febrero de 1972 cuando Robledo Puch exclamó a los gritos “¡ No me maten!” y se entregó. Tenía 20 años y había asesinado a sangre fría a 11 personas, la mayoría por la espalda o durmiendo.
Escoltado por una decena de agentes del SPB y de la Policía Bonaerense, Robledo Puch ingresó al playón de estacionamiento de la sede pericial, en la calle Moreno y Tres de Febrero, hasta donde llegó por disposición de la Cámara de Apelaciones de San Isidro. La Sala Primera de la Cámara había solicitado su traslado para realizarle distintos estudios médicos.
El 23 de marzo último, el juez de Ejecución de la Cámara de Apelación y Garantías del Departamento Judicial de San Isidro, Duilio Alberto Cámpora, rechazó el reiterado planteo del defensor de Robledo Puch para que recupere su libertad, tras 44 años en la cárcel.
El defensor oficial había presentado a principios de febrero último un hábeas corpus para reclamar la libertad del detenido y en esa oportunidad sostuvo que “la excesiva e injustificada demora (…) en resolver en definitiva la situación” del condenado “importa lisa y lla- namente un agravamiento de las condiciones de detención”.
Pero el juez Cámpora explicó en su resolución que “al sustentar su pretensión, el accionante señaló un supuesto agravamiento de las condiciones de detención. Sin embargo, el presentante no ha incorporado argumentos novedosos”.
“El interno se encuentra condenado por sentencia firme a la fecha, lo que excluye, per se, cualquier idea de restricción o amenaza a la libertad, sencillamente porque está privado de ella”, afirmó el magistrado.
Robledo Puch, también apodado “El ángel negro”, fue condenado el 27 de noviembre de 1980 a reclusión perpetua con la accesoria de reclusión por tiempo indeterminado por la Sala I de la Cámara de Apelaciones y Garantías en lo Penal de San Isidro, que lo encontró culpable de 11 crímenes. Hasta entonces, había vivido en Tigre y Villa Adelina.