Reprimen con gases una marcha en demanda del revocatorio de Maduro
La policía intentó evitar una movilización de la MUD en Caracas para exigir que el Tribunal Electoral apure la puesta en marcha del referéndum. Hubo agresiones a varios dirigentes, entre ellos Henrique Capriles.
El presidente Nicolás Maduro ordenó reprimir con bombas lacrimógenas y tiros de perdigones la marcha de la oposición para impedir que protestara en la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE) por el retraso en la validación de las firmas del referéndum revocatorio presidencial que se recolectaron hace 10 días. El gobernador del céntrico estado Miranda, Henrique Capriles, fue víctima de una agresión con gases lacrimógenos que la policía estatal le arrojó al rostro cuando participaba de la marcha. El gobernador y dos veces candidato presidencial intentó distraer un piquete de la Policía Nacional Bolivariana para pasar al otro lado de la ciudad junto a dos docenas de personas pero fue detenido por las autoridades, con las que terminó forcejeando hasta que recibió la descarga del gas mientras otros policías disparaban otras bombas lacrimógenas al aire. Fuentes de la oposición informaron que el líder opositor fue trasladado a un centro asistencial y el vocero de la oposición Jesús Torrealba, secretario ejecutivo de la MUD, señaló que “se está recuperando satisfactoriamente”.
A su vez, el oficialismo también convocó a una marcha pero no para protestar sino festejar que el Tribunal Supremo de Justicia haya anulado la Ley de Otorgamiento de Títulos de Propiedad a los beneficiarios de las viviendas populares protegidas, que promulgó el Parlamento hace dos semanas.
La manifestación opositora fue convocada ayer por la alianza Mesa de la Unidad Democrática en las 24 sedes del CNE en sus respectivas provincias para exigir el cumplimiento de los plazos reglamentarios del proceso revocatorio y rechazar las intenciones oficialistas de dilatar la destitución de Maduro. En la capital venezolana, la multitudinaria marcha se concentró en la estación del Metro de Bello Monte pero a pocas cuadras de distancia, en la Plaza Venezuela, los efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana bloquearon el acceso hasta la céntrica sede del CNE.
La protesta de la oposición tiene su razón de ser. El plazo para convocar en definitiva la consulta popular debería ser en octubre y máximo en noviembre, según estimaciones de los dirigentes opositores. Sin embargo, el plan del oficialismo es retardar el referéndum hasta después de enero cuando vence el período de cambio con nuevas elecciones presidenciales para permitir que el vicepresidente chavista concluya el mandato hasta el 2019. De ahí el empeño de la oposición en que se cumpla el
cronograma del revocatorio con las dos fases de las firmas y sus respectivas validaciones para convocar el plebiscito. Sin embargo, Maduro ha hecho de todo para impedirlo desde declarar solo dos días laborables para el sector público y cortar la luz por cuatro horas diarias. Ahora se suma la represión contra los manifestantes.
En el corto trayecto desde Bello Monte hasta la sede del CNE en el centro de Caracas, los militares instalaron unos 10 piquetes para bloquear el paso de los manifestantes que estaban dirigidos por los diputados de la oposición. Les lanzaron gases tóxicos y perdigones para disolver la manifestación.
En contraste, el oficialismo también convocó una marcha para celebrar que el Tribunal Supremo de Justicia había anulado la Ley de otorgamiento de títulos de propiedad a los beneficiarios de las viviendas populares protegidas: un hecho es insólito que los chavistas festejen que no tienen la propiedad de las viviendas que el gobierno les ha asignado.
Henry Ramos Allup, presidente de la Asamblea Nacional, sí pudo continuar la marcha junto a Capriles. El jefe del Parlamento denunció que Jorge Rodríguez, alcalde del municipio Libertador, repartió armas y cohetones “Bin Laden” a los simpatizantes chavistas en los alrededores del CNE para que “dispararan contra los manifestantes opositores”. El diputado Juan Andrés Mejía relató lo ocurrido: “Estamos en la autopista Francisco Fajardo, a la altura de la Universidad Central de Venezuela, porque logramos sortear los diversos piquetes que estableció arbitrariamente la Guardia Nacional el día de hoy. Cuando veníamos llegando los dirigentes de la Unidad, entre ellos el gobernador del estado Miranda, fuimos reprimidos sin motivo por la GNB, hay muchas personas que resultaron afectadas. Hoy estamos aquí dando la cara con la Constitución en la mano sin nada que esconder”.