“Una campaña de concientización para poder combatir la inflación entre todos”
Escribo motivado por el artículo “Diría Clinton: “Es la inflación, estúpido”, de Daniel Fernández Canedo. Es evidente que la inflación es un flagelo que se instaló en la Argentina desde aproximadamente 1947/48, y ha sido para todos los gobiernos imposible de derrotar, salvo en contadas ocasiones, aunque siempre después volvió con más fuerza.
Se debería entre otros tipos de acciones, hacer una campaña de concientización con profusas entradas en los medios de comunicación, como se hizo en su momento para combatir el tabaquismo. De la misma manera, una campaña repetitiva encabezada con la frase: “Es la inflación, estúpidos”. Debería saturar desde los medios, de manera que sí o sí no quede un habitante del país que no tome debida conciencia de este problema. De la manera más sucinta y didáctica se debe explicar que: hasta que la inflación no baje al 2%o 3% anual, la Argentina no será un país serio. Que no podemos estar todos los años discutiendo los sueldos de los maestros. Si se domina la inflación, puede haber crédito a largo plazo, para viviendas y otras inversiones productivas. Que todas la partes que intervienen en la formación de precios deben tomar el compromiso de que cuando aumentan sus productos, es con la conciencia de que si lo hacen es porque están obligado a ello, y no “por si acaso”. Que los empresarios deben ser conscientes de que si ganan más, deben aumentar automáticamente los sueldos de sus empleados, ya que a la larga esto termina beneficiando a su propia empresa. Que en la medida que la inflación vaya bajando, y suponiendo ya en ese momento que los índices del INDEC sean enteramente confiables, sería importante establecer el Salario Mínimo, Vital y Móvil, que pueda ir corrigiendo, en base al mismo, los salarios de todos los trabajadores cada tres meses.
No podemos seguir siendo estúpidos, por cuanto si cada uno de nosotros se salva individualmente. Esta deberá ser la misión de todos los argentinos en los próximos años. Comencemos cuanto antes la batalla contra la inflación.