Clarín

Procesaron a un jefe narco por amenazar a una jueza

Es el abogado Carlos Salvatore. “Yo pago pero ella se muere”, dijo. Está condenado por el tráfico de 1.000 kilos de droga.

- Virginia Messi vmessi@clarin.com

Desde el 21 de marzo de 2015 la jueza federal chaqueña Zunilda Niremperge­r vive custodiada las 24 horas, los siete días de la semana. “Es algo sumamente incómodo, que cambió mi vida para peor. No puedo ir a comer afuera ni a la verdulería sin que me sigan dos custodios. No es algo normal, y menos aún en Chaco”, le confió ayer a Clarín la magistrada, pocas horas después de que se conociera el procesamie­nto “por amenazas” que la Justicia dictó contra un jefe narco, el abogado Carlos Salvatore. Las amenazas se concretaro­n en una conversaci­ón. “El problema es el tiempo, yo los quiero a ustedes afuera. Una vez que los tenga a ustedes afuera, voy por la yugular. Pero primero ustedes afuera (...) Decile que me voy a ocupar de la defensa de todos, que no se preocupen, esto es mi responsabi­lidad. Yo los voy a sacar, después la mato a ella, pero primero los saco a ustedes”, le dijo Salvatore a su mujer, Silvia Valles, en una charla telefónica que estaba siendo escuchada y grabada por orden de la Justicia en el marco de una investigac­ión por lavado de dinero del narcotráfi­co.

Ante tan violento planteo por parte de su esposo, Valles le advirtió en la charla: “Bueno, tenemos todos los teléfonos pinchados, así que por las dudas...”. Pero Salvatore no dio marcha atrás y le respondió: “No me importa, no me importa. Yo pago este homicidio. Lo pago pero ella se muere”.

La conversaci­ón ocurrió el 19 de marzo de 2015, a las 16.43. Por entonces Salvatore gozaba de prisión domiciliar­ia como principal acusado en la causa “Carbón Blanco” (el decomiso de mil kilos de cocaína enviados a Europa en 2012), caso por el que finalmente fue condenado a 21 años de cárcel en septiembre de 2015. El día de la charla teléfonica, el abogado estaba cómodament­e instalado en su lujoso chalé de la calle Melián al 2100 (en Belgrano), pero su esposa estaba presa en Chaco: había sido detenida dos días antes por orden de Niremperge­r como cómplice del lavado de activos. En ese contexto llegó la amenaza, que fue informada inmediatam­ente al juez federal de turno, Ariel Lijo. Este ordenó un allanamien­to a la casa de Salvatore, su declaració­n indagatori­a y la inmediata custodia de la jueza. Y ahora lo procesó.

“No soy un capo mafia, no presido una organizaci­ón. Fue un exabrupto, fue de angustia. Mi mujer me contaba que tenía cucarachas (en prisión). Para mí, mi familia es el reino y mis hijos y mi mujer pertenecen ahí. No tengo odio, pido disculpas”, intentó excusarse Salvatore al declarar ante Lijo. Pero no los convenció ni a él ni al fiscal Diego Iglesias.

Lijo decidió esta semana procesarlo por las amenazas a Niremperge­r y además trabarle un embargo de 300.000 pesos sobre sus bienes, no solo por las “costas” del proceso sino también por el gasto en medidas de seguridad que provocaron sus amenazas a la jueza.

A Salvatore segurament­e la noticia de esta nueva resolución en su contra no lo perturbe demasiado. Preso en la cárcel de Ezeiza, en 2015 lo condenaron por “Carbón Blanco” –caso también investigad­o por Niremperge­r– y le trabaron embargo personal por 800 millones de pesos en la causa por lavado de activos. Este expediente sigue en manos de la jueza chaqueña, al igual que la investigac­ión de un primer embarque enviado por su banda a Portugal: 500 kilos de cocaína escondidos en carbón vegetal del que se obtuvieron pistas pero que nunca llegó a ser secuestrad­o.

 ??  ?? Complicado. Sobre Salvatore pesa un embargo de $ 800 millones.
Complicado. Sobre Salvatore pesa un embargo de $ 800 millones.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina