Boca quiere dar otro paso hacia su gran ilusión
En esta ida por los cuartos de final, Jara será el volante central. Peruzzi y Carrizo vuelven a la titularidad.
Acá está Boca, en Montevideo, soñando con la séptima Copa Libertadores de su historia. Tras ese objetivo van Guillermo Barros Schelotto y los suyos, que esta noche jugarán el partido de ida de los cuartos de final ante Nacional, en el Gran Parque Central. Con algunos regresos, como los de Osvaldo y Chávez para ser opciones en el ataque; con las ausencias que todavía no pudo emparchar para remendar un mediocampo nuevo (hoy jugará Jara de mediocampista central). Pero con una certeza que baja desde el mensaje del cuerpo técnico: “Cada adversidad debe darnos todavía más fuerzas”. Así se mentalizó este Boca, que quiere sortear esta serie para luego sí pensar en unas semifinales con nuevas caras y con soldados recuperados.
Nacional aguarda. En su estadio sólo convirtió un gol (a Palmeiras para ganarle su partido en la fase de grupos) pero sabe de su fortaleza como visitante (está invicto en esa condición y siempre que salió de su cancha marcó goles) y por eso planteará un encuentro largo. Lo avisó su DT: “Boca tiene un plus importante con Tevez y debemos tener cuidado de él. Un porcentaje muy alto de lo que haga Boca depende de lo que haga Tevez”. ¿Habrá una marca pegajosa sobre el Apache? Advirtiendo esto, Guillermo decidió darle la chance a Osvaldo de integrar el banco de suplentes para que sea una alternativa más si es que el partido se vuelve encriptado para Tevez.
En la defensa, Gino Peruzzi volverá a ocupar el lateral derecho y Carrizo tendrá su oportunidad como extremo por la izquierda ya que el cuerpo técnico valora su facilidad para sumarse a la mitad de la cancha cuando la jugada exige un retroceso con marca.
Boca vino a Montevideo en busca de un gol que le de algo de aire para la vuelta en la Bombonera. Su sueño de Copa sólo lo interrumpieron las máquinas, taladros, grúas y martillazos que sonaron durante toda la tarde en la obra que está justo en frente al hotel donde se concentran y que impidió la siesta. No hace falta tanto ruido: la ilusión de Boca está bien despierta.