Los intentos de Cristina, en 2008 y 2013, un fracaso
Durante el Gobierno de Cristina Kirchner estuvieron vigentes dos blanqueos. El primero se lanzó en 2008, a los pocos meses de haber asumido su primer
mandato, y estuvo abierto todo ese año. El resultado fue apenas moderado: alcanzó los U$S 4.000 millones.
El siguiente y último comenzó en mayo de 2013, ya durante su segundo mandato y fue pro
rrogado nueve veces, en medio del cepo cambiario y la disparada del dólar blue, hasta diciembre de 2015. Pese a la extensión en el tiempo y los sucesivos corrimientos de los vencimientos, sólo juntó U$S 2.023 millones.
En ambos casos, fue un blanqueo de tenencia de moneda extranjera en el exterior y en el país a través de Certificado de Depósito para Inversión (Cedin) y del Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo Económico (Baade), sin el pago de una tasa especial.
Los Cedines podían ser utilizados para la compra de inmuebles, por lo que el vendedor recibía directamente los dólares fijados en la transacción. Además, los Cedines cotizaban en el mercado secundario, por debajo de su valor, lo que permitía que sean comprados por terceros interesados en realizar alguna transacción inmobiliaria, con la ventaja adicional por el menor precio de compra del Cedin.
Aún así, no tuvieron la aceptación que el Gobierno pretendía. Había desconfianza en la intervención del Estado en la economía. Y siempre sobrevolaron sospechas sobre a quiénes se buscó beneficiar.