Sorprendió a su ex mujer en plena calle y la mató a puñaladas
Claudia Carrizo tenía 3 hijos y hace un mes lo había dejado luego de sufrir agresiones. El hombre fue detenido.
Claudia Carrizo tenía 43 años y tres hijos. Hasta septiembre vivió en Villa Dolores, con sus hijos y su pareja, Gustavo Dómini (43). Pero hace más de un mes, se mudó a la casa de sus padres en Las Tapias, un pueblito vecino de no más de 2 mil habitantes, escapando de los golpes de Dómini. “Hubo antecedentes de violencia de género, por eso la calificación de femicidio. La única presentación se realizó en septiembre cuando Carrizo denunció un ataque
que incluyó la rotura de su moto. La víctima no lo habría denunciado
antes por miedo. Estamos investigando los antecedentes y decidimos imputar al sospechoso por los delitos de homicidio calificado por el vínculo y femicidio”, confió a Cla
rín el fiscal Raúl Castro. El domingo, Claudia salió de la casa de sus padres en moto. Pero en un descampado cercano, Dómini la atacó a traición: salió detrás de unos arbustos, la empujó y la hizo caer. Ya en el piso, la golpeó y la degolló: “Uno de los cortes en su cuello debe haber sido mortal. El autor sabía lo que hacía”, indicó un investigador. Como se demoraba y no contestaba el celular, sus hermanos salieron a buscarla: la encontraron muerta, junto al ciclomotor, por un camino pegado a un bosque.
Las Tapias, ubicada a 198 kilómetros al sudoeste de la capital provincial quedó conmocionada. En Villa Dolores tampoco salen del shock. Es que el femicida trabaja en la municipalidad como empleado de Obras Públicas. La víctima era empleada doméstica. El fiscal Castro confirmó que Dómini tenía una restricción de contacto desde septiembre. El domingo, el fiscal montó un rápido operativo y cerca de las 20 detuvo al sospechoso en su vivienda de calle General Paz, en el centro de Villa Dolores. Tenía una herida cortante reciente en una mano.
En apenas cinco meses, Las Ta- pias fue sacudido por dos casos de violencia machista: en mayo pasado, Antonia Aguirre (58) fue brutalmente golpeada y quemada por Eduardo Altamirano, su ex pareja. Un mes antes, la mujer lo había denunciado por amenazas. Tras el ataque, Altamirano se suicidó; mientras que la mujer se repone tras estar internada en el Instituto del Quemado de Córdoba.
Por otro lado, en Villa Anisacate, un pueblito ubicado a 50 kilómetros al sur de Córdoba, también hubo un episodio que sacudió a la comunidad. El sábado al atardecer, Marcelino Duarte (33) estaba en un bar con un amigo y llegó Norma Benítez (50), su pareja, a reclamarle por la venta de una camioneta. Al regresar a su casa, Duarte discutió fuerte con Benítez y la discusión terminó con el hombre muerto: “La mujer habría agarrado un elemento macizo, puede ser un hacha, con el cual le habría pegado un golpe fortísimo en la cabeza, que le provocó la muerte”, señaló el fiscal Emilio Drazile. La mujer fue imputada del delito de “homicidio agravado por el vínculo”, pero la calificación podría cambiar tras una serie de pericias.
Es que en 2015 Benítez había denunciado a Duarte por maltrato y violencia familiar. En septiembre de ese mismo año, un juez de paz les había impuesto una restricción de acercamiento mutua y se separaron. Pero hace dos meses, habían vuelto a vivir juntos.