Ballenas en peligro: piden reabrir la caza
Fue prohibida hace 30 años. Japón presiona para que se habilite. Argentina propuso crear un santuario.
El debate entre los 88 países miembros de la Comisión ballenera internacional (CBI) arrancó caliente. En la reunión que arrancó ayer en Portoroz (Eslovenia), Japón abrió el juego y reclamó que se habilite la caza
comercial, que está prohibida desde hace 30 años. El pedido tuvo una fuerte oposición y hubo acusaciones al país asiático de hacer pasar la caza comercial como capturas con meta científica. En tanto, Argentina junto a otros 4 países presentó un proyecto para crear un santuario en el Atlántico Sur.
La comisión científica de la CBI “confirmó que ciertas poblaciones de ballenas se han reconstituido”, argumentó Tokio en una declaración escrita, reclamando una flexibilización de la prohibición de cazar balle- nas, vigente desde 1986.
“La prohibición de la caza comercial podría y debería ser levantada en función del estado de las poblaciones de diferentes especies”, estimó Japón. En 2014, la Corte Internacional de justicia (CIJ) le ordenó a Tokio frenzar la caza de ballenas, por considerar que no lo hacía con fines científicios. Sin embargo, el país siguió adelante con sus campañas de caza en 2015 y 2016, especialmente en la Antártida.
Esto motivó una propuesta de Australia y Nueva Zelanda para que la CBI se encargue de evaluar la pertinencia de los programas de pesca con fines científicos. “Está claro que los objetivos de investigación presentados por Japón podrían ser alcanzados empleando medios no letales”, afirmó Nueva Zelanda al llamar al archipiélago a “terminar con esas prácticas”.
Además de Japón, Noruega e Islandia siguen cazando ballenas. Se amparanen una disposición jurídica de la prohibición que permite a los países que emitieron “reservas” durante su adopción no aplicarla.
A otras naciones –Canadá, Rusia, Dinamarca– se les otorgaron cupos
vinculados a la caza de subsistencia para pobladores locales.
En nombre de la Unión Europea, Holanda manifestó que “es firmemente partidaria de mantener la prohibición de la caza comercial de ballenas e invita a los países que siguen practicando la caza comercial y de otro tipo a considerar poner fin a las mismas”.
En la reunión, que finaliza el viernes, se tratará también la creación de un santuario en el Atlántico Sur, de 20 millones de kilómetros cuadrados. Hace dos años, en la reunión anterior de la CBI, el proyecto no había alcanzado la mayoría necesaria de 75% para ser adoptado. Argentina, Brasil y Uruguay defienden junto a Sudáfrica y Gabón su creación, con la intención de desarrollar el turismo de avistamiento de ballenas. La Unión Europea los apoya, pero Japón se opone.
En la apertura, el proyecto recibió el apoyo de la ministra de Medio Ambiente de Eslovenia, Irena Majcen, anfitriona de la reunión de la CBI. “Esto contribuirá a preservar la diversidad de especies en el mar y a mejorar la situación de las poblaciones de ballenas y delfines”, afirmó.