No nos dejen solas
Un par de días antes de la movilización en la que las mujeres llenaron las calles, me llegó un mensaje en Facebook de un varón que me preguntaba cómo hacían “ellos” para sumarse al reclamo. ¿Tenían que cambiar su foto de perfil? ¿Vestirse de negro? ¿Ir a la marcha? Cuestionar si ellos salen o no en la foto es cambiar el eje de la discusión. ¿Importa el planteo? Si querés participar, participá y listo. En el debate del proyecto de la ley de paridad de género, el argumento de la “discriminación masculina” se volvió a hacer presente con la supuesta idea que esto dejaría afuera a hombres idóneos y haría entrar a mujeres sin la formación necesaria por el solo hecho de llenar casilleros. Sin embargo, ¿saben ellos que para llegar a un mismo cargo las mujeres tienen que acumular más títulos como forma de “equiparar” la desigualdad que existe y se naturaliza? Esto no se trata de discriminación inversa, sino de forzar un equilibro entre géneros para que podamos -de una vez- valorar la participación de las mujeres en ámbitos de poder. Sheryl Sandberg, directora operativa de Facebook, es una mujer destacada en el club de hombres de Silicon Valley - donde empresas como Apple o la suya proponen a las trabajadoras congelar sus óvulos para patear la maternidad para adelante y que ésta no las desvíe de sus objetivos profesionales-. En 2016 fue elegida por la revista Forbes como la mujer más poderosa en su área. Desde ese lugar, trabaja para impulsar el liderazgo de las mujeres en las empresas. En 2010 abrió camino con “Por qué tenemos tan pocas dirigentes mujeres”, la charla que dio en el primer evento TEDWomen y que hoy sigue recorriendo el mundo. TED es una organización sin fines de lucro que desde 1984 organiza ciclos de conferencias sobre ideas transformadoras; por sus escenarios pasaron personajes de la talla de Bill Gates, Isabel Allende, Julian Assange o Bono. Sin embargo, los eventos TED dedicados a la temática de género tienen solo seis años. Buenos Aires se sumó a la iniciativa “Women” en 2011 y la ciudad de Rosario hizo lo suyo el año pasado. La cuestión - claro- no es poner a hablar a mujeres por el solo hecho de serlo (todos los TEDWomen y TEDxWomen - franquicias locales del primeroincluyen oradores varones), sino que se busca debatir temáticas vinculadas a las problemáticas de género y destacar a aquellas profesionales y/o líderes “ocultas”. “Cada historia es una inspiración para encontrar nuevas herramientas para el empoderamiento de las mujeres en diferentes ámbitos”, comenta María Cecilia Ribecco, principal organizadora del evento en la ciudad santafesina. Con el lema “Alterando roles”, el sábado se hará el primer TEDxSanIsidroWomen, que busca cuestionar las nuevas construcciones de la masculinidad y femineidad. Natalia Gherardi, una de las oradoras y directora del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), asegura que “estos espacios son muy útiles para compartir argumentos e ideas sobre la relevancia de la igualdad de género para asegurar el desarrollo de una democracia más robusta e igualitaria”. Y para los que estén leyendo esto y les surja la pregunta: sí, pueden (y deben) ir varones. No nos dejen solas