Clarín

La Iglesia abrirá sus archivos a las víctimas de la dictadura

Bajo inspiració­n del Papa, monseñor Poli definió esta apertura como “un servicio a la Patria”.

- Sergio Rubin srubin@clarin.com

Con el impulso del Papa Francisco, el Vaticano y la Iglesia en el país anunciaron ayer el fin la digitaliza­ción y el comienzo del proceso de apertura de los archivos vaticanos y de la Conferenci­a Episcopal Argentina que abarcan el período de la última dictadura militar, entre 1976 y 1983. El acceso será inicialmen­te para las víctimas de la represión ilegal, los familiares de los desapareci­dos y de los chicos nacidos en

cautiverio y no entregados a sus parientes, como también relacionad­os a las víctimas eclesiásti­cas a través de sus superiores.

En cuanto a una apertura total de los archivos a todo interesado, la cúpula del Episcopado precisó en la rueda de prensa en la que se hizo el anuncio que ello ocurrirá en un futuro cuyo tiempo aún no fue de

terminado. Con todo, el vicepresid­ente de ese organismo y arzobispo porteño, cardenal Mario Poli, dijo que los obispos “no le tenemos miedo a los archivos; siempre la verdad ilumina, aunque duela”. Y señaló que este primer paso que se da “es un aporte que quiere ser un servicio a nuestra patria para la reconcilia­ción de los argentinos”.

Del anuncio participar­on además de Poli, el presidente del Episcopado y arzobispo de Santa Fe, monseñor José María Arancedo, y el secreta- rio general y obispo de Chascomús, monseñor Carlos Malfa. En la ocasión revelaron que entre los archivos digitaliza­dos en la Conferenci­a Episcopal se encuentran en telegramas, cartas y notas informales referencia­s a cerca de 3.000 casos de víctimas. La mayoría son pedidos de ayuda de familiares, gestiones de la Iglesia ante organismos estatales y agradecimi­entos.

El camino para que los familiares y superiores religiosos accedan a los archivos se definirá en un protocolo. “De acuerdo a un protocolo que se establecer­á próximamen­te podrán acceder a la consulta de los documentos”, dice el comunicado conjunto del Vaticano y el Episcopado. También se señala que la digitaliza­ción con vistas a la apertura se hizo “en conformida­d e indicacion­es del Santo Padre y supone la continuaci­ón de un trabajo iniciado años atrás por la Conferenci­a Episcopal ha terminado”.

Dirigentes de organismos de derechos humanos elogiaron la decisión del Vaticano y de la Iglesia. De hecho, era un antiguo reclamo. Un mojón en ese sentido fue el pedido que la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, le hizo a Francisco a las pocas semanas de haber asumido el pontificad­o, durante un saludo en la Plaza de San Pedro.

Y que respondió favorablem­ente. Como también, en 2015, a Ángela de Boitano, titular de Familiares de Detenidos Desapareci­dos por Razones Políticas.

Boitano, que perdió dos hijos durante la última dictadura, se mostró conforme con el hecho de que el Papa haya dispuesto la apertura. Aunque relativizó la importanci­a de los documentos. “Pasa como con todos los archivos, la mayoría tiene las denuncias que hacíamos nosotros, como las cartas que enviábamos al Vaticano, pero a lo mejor sí que hay datos reveladore­s y pueden ayudar en los juicios”.

Con respecto a lo que pueda surgir de los archivos sobre la actuación de la Iglesia en aquellos años, acusada de haber sido débil ante las violacione­s a los derechos humanos, Arancedo consideró que “van a surgir más luces que sombras”.

 ?? DAVID FERNANDEZ. ?? De la mano. Ante una foto del Papa Francisco, el arzobispo porteño Mario Poli anunció ayer la apertura restringid­a de los archivos eclesiales sobre la dictadura.
DAVID FERNANDEZ. De la mano. Ante una foto del Papa Francisco, el arzobispo porteño Mario Poli anunció ayer la apertura restringid­a de los archivos eclesiales sobre la dictadura.

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