Asaltan a un fiscal y se esconde en un vestidor con su hijo
Los ladrones entraron a la casa del hombre cuando dormía. Se llevaron su auto y hasta el lavarropas.
“Quedate quieto o te mato”, fue lo primero que escuchó Claudio Cipollone cuando encontró a un ladrón subiendo la escalera camino a su habitación a las tres de la mañana. Cipollone (47) es fiscal del fuero de Responsabilidad Penal Juvenil N° 1 de Florencio Varela, vive en barrio La Perla de Temperley, al Sur del Gran Buenos Aires, y fue víctima de un robo en su casa de Blanco Encalada al 1400. Para resguardarse se escondió junto a su hijo en un vestidor hasta que un vecino entró con la Policía.
“Estaba durmiendo y escuché ruidos. Pensé que era mi hijo que se había despertado, así que me le- vanté y fui a verlo. Cuando salí del cuarto me encontré con un hombre en la escalera que me apuntó con su arma y me gritó que estaban armados, que eran varios”, le contó Cipollone a Clarín.
El robo se registró el viernes a la madrugada, pero el caso trascendió ayer. El fiscal no llegó a ver cuántos eran ni a saber cuánto tiempo estuvieron en la casa antes que él lo notara. Aprovechó que uno de ellos bajó para advertirles a sus cómplices y fue a buscar a su hijo discapacitado, de 16 años. Lo alzó “me-
dio dormido” y se ocultaron en un vestidor.
“Cerré la puerta del dormitorio y del vestidor y nos escondimos ahí. Con el celular llamé al 911 y a un vecino, por suerte no vinieron a amenazarnos ni a buscarnos. No escuché nada más, lo único que quise fue resguardar a mi hijo. Pasaron menos de cinco minutos hasta que llegaron tres patrulleros”, recordó Cipollone. Y agregó: “Cuando entró la Policía nos quedamos escondidos porque tenía miedo que todavía estuvieran adentro y hubiera un tiroteo o algo, entonces esperé hasta que vino mi vecino y me avisó que todo estaba bien”.
Los investigadores creen que fueron al menos dos personas las que entraron a la casa de los Cipollone. Se llevaron un minicomponente, computadoras, ropa y zapatillas del hijo del fiscal y hasta el lava
rropas. “Tuvieron que desconectarlo y levantarlo, así que habrán estado bastante tiempo sin que los escuchara. Yo sólo vi a uno, pero seguro eran dos o más porque si no, no podrían haberse llevado todo eso”, analizó Cipollone.
Los asaltantes entraron a la casa usando un crique para romper una reja y abrir una ventana. Cuando estuvieron adentro usaron las llaves para “trabajar” tranquilos y sacar los elementos de valor que encontraron. Creen que pudieron haber cargado las cosas en el auto del fiscal, que también robaron y apareció abandonado una hora y media más tarde en La Calandria y Jujuy, en el barrio San José, a unas 30 cuadras de la propiedad.
Al cierre de esta edición no había detenidos por el robo, pero los investigadores analizaban las huellas digitales halladas en la casa y en el auto.
Cipollone descartó que el hecho haya tenido que ver con su función como fiscal y aseguró: “Los miembros del Poder Judicial tenemos una vida igual que todos y no estamos exentos de que nos pase algo
así. Estamos expuestos a las mismas cosas, aunque con otros recaudos. Hace 20 años vivo acá, este era un barrio tranquilo. Ya no”.