Clarín

Las lesiones empiezan a alejar a D’Alessandro

El volante, de 35 años, acumula tres desde su regreso. Las chances de que se quede son cada vez menores.

- Gustavo Yarroch gyarroch@clarin.com

Es el jugador más marketiner­o que tiene River, la cara para promociona­r los partidos y para vender los posters. Pero Andrés D’Alessandro no logra erigirse en el salto de calidad que necesita el equipo para potenciar sus posibilida­des ofensivas. En los nueve meses que lleva desde su regreso, sus aportes valiosos fueron más bien burbujeant­es: una fecha bien, otra no tanto, y así. El sábado, por caso, evitó lo que parecía ser un desangelad­o empate de local ante Atlético de Rafaela con aquel tiro libre que se desvió en la barrera. 1 a 0 y alivio en el Monumental. Sin embargo, parece condenado a no poder disfrutar del modo que desea su vuelta a River: cuando Marcelo Gallardo pensaba en devolverle la titularida­d mañana ante Unión, en Mar del Plata, por la Copa Argentina, ayer sufrió una leve distensión en el aductor de la pierna derecha y deberá ver el partido por televisión o desde la platea. La lectura también puede ser otra: su continuida­d después de fin de año, cuando vencerá su préstamo, sufrió un nuevo contratiem­po.

Ocurre que, a los 35 años, es la tercera lesión muscular que padece en nueve meses. Y si bien en el cuerpo médico de River afirman que hoy será probado para ver si puede estar, Gallardo ya imagina que los mediocampi­stas que jugarán más cerca de Sebastián Driussi y de Lucas Alario serán Tomás Andrade y Gonzalo Martínez.

La primera dificultad física tuvo lugar en su segundo partido. El 18 de febrero, al ingresar ante Godoy Cruz, sufrió una distensión en el bíceps femoral derecho. Y regresó el 10 de marzo, frente a San Pablo, por la Libertador­es. Luego se lesionó el 7 de mayo, ante San Lorenzo, la tarde en la que fue criticado por chatear con su teléfono mientras estaba en el banco del Nuevo Gasómetro. Y ayer sufrió su lesión muscular más leve de las tres, pero acaso la más inoportuna.

¿Por qué? Porque cada vez le queda menos margen para tratar de convencer al Muñeco y a los dirigentes de que tienen que negociar con el Inter de Porto Alegre una renovación de su préstamo. Hasta fin de año quedan siete fechas del campeonato (Arsenal, Estudiante­s, Newell’s, Huracán, Independie­nte, Boca y Olimpo) y a lo sumo tres choques de la Copa Argentina (Unión y las eventuales semifinal y final). Por lo pronto, la sensación es que se perderá el juego de mañana y el del domingo frente a Arsenal.

D’Alessandro deberá elevar su nivel de juego y mantener una regu

laridad. Sólo si lo logra, River hará un intento por retenerlo hasta diciembre de 2017.

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