En la votación de los hinchas, Mahrez les gana a Messi y a Cristiano
El argelino que nació en las afueras de París es el preferido de los lectores de France Football.
La novedad es un asombro que no merecería ser tal. France Football, que entrega el Balón de Oro desde 1956 a través del voto de periodistas especializados, este año -de modo complementario aunque simbólico- lanzó una encuesta por Internet entre todos los usuarios del sitio web de la revista deportiva para elegir al mejor futbolista. Ayer, Lionel Messi y Cristiano Ronaldo peleaban por el segundo puesto. Y Riyad Mahrez -no tan universal como los cracks del Barcelona y del Real Madrid- lideraba tras la participación de más de 1.300.000 personas.
La historia de la presunta sorpresa merece ser contada. Está la parte más visible: este francés de padre argelino y madre marroquí fue la gran revelación de la última tem-
porada europea. Con él como gran figura, Leicester salió campeón de la Premier League a contracara de todos los pronósticos y de todas las casas de apuestas. Se trató -quizáde la mayor epopeya deportiva en Inglaterra desde el Nottingham Forest de Brian Clough, a finales de los setenta y a principios de los ochenta. Mahrez fue elegido como el mejor jugador de la temporada.
También está la otra parte de la historia, la de los días duros. En el invierno europeo de 1991, nació en Sarcelles, a 15 kilómetros de París. Allí no llegan todas las luces de la capital. Zona de inmigrantes y de protestas. Sus padres africanos procuraron ofrecerle lo mejor. Pero el destino le eligió un golpe de los más fuertes para su adolescencia: cuando Riyad tenía 15 años su papá falleció. Poco antes del dolor, el pibe le había contado un deseo hecho promesa: “Voy a ser futbolista”.
Sus primeros pasos los dio en el barrio. Cuando empezó le tiraron un estigma al que venció con talento y constancia: “Es muy flaco,
le falta fuerza”. Le sobró confianza para sobreponerse a eso. Y a los maltratos por cuestión de origen. En 2010 llegó a Le Havre. Fueron
tres temporadas de crecimiento a paso pequeño. Emigró, al final de 2013, a Leicester. Una apuesta que se parecía a un retroceso: el actual campeón inglés y sorpresa de la Champions jugaba en la segunda categoría. Mahrez se convirtió en
espejo del equipo increíble: ascendió, resistió y explotó. Todo en tres años. Todo a ritmo de vértigo. Su última campaña fue una sucesión de maravillas: jugó como extremo o como mediocampista de ataque, disputó 37 partidos, hizo 17 goles y ofreció 10 asistencias. Entonces, a este admirador de Drogba y de Zidane, lo quiso el Barcelona.
En honor a su padre y por deseo propio eligió representar al país de su sangre: Argelia. Participó del Mundial de Brasil 2014. Por primera vez, los Zorros del Desierto llegaron a octavos de final.
Mahrez es uno de los 30 seleccionados para el Balón de Oro de 2016, que será entregado el 13 de diciembre. Votarán 193 periodistas de todo el mundo. Ellos ya saben que los lectores prefieren a Riyad.
Riyad Mahrez es la luz que ilumina al equipo con su juego. Todo lo hace bien. ¿Cuánto vale? Su precio es incalculable”. Claudio Ranieri. DT DEL LEICESTER