Edificios vestidos de lujo
Los diseñadores de alta costura se asocian con arquitectos para construir sofisticadas residencias.
Los fanáticos de la alta moda y el lujo ya pueden elegir dónde vivir. Diseñadores como Giorgio Armani y Karl Lagerfeld incursionaron en los últimos años en el ámbito de la arquitectura para construir residencias exclusivas en grandes ciudades del mundo.
El pionero fue Armani. Comenzó en el año 2000 con su Armani Casa, la división de su marca especializada en diseño de interiores e inmobiliario. Eso lo impulsó a ir más allá y lanzarse al diseño de torres de lujo. Así nacieron el Cavour 220 en Roma, el Macka Residences en Estambul y exclusivos hoteles en Dubai (el Burj Khalifa) y Milán. Actualmente trabaja junto al arquitecto argentino César Pelli en la construcción de Armani Residences, en Miami, y el edificio Century Spire, en Manila.
Así como en sus colecciones de moda el italiano se caracteriza por mantener la sobriedad y elegancia (con una paleta de colores que se pasea entre los tonos tierra, grises, azules y negro), su estilo también se refleja en estos proyectos arquitectónicos. Los interiores que llevan su firma se caracterizan por los espacios amplios en donde juega con la iluminación, mobiliarios minimalistas e impecables, de líneas rectas. Para Armani, menos es más.
Miami parece ser la ciudad favorita de varios diseñadores de alta costura a la hora de encarar proyectos inmobiliarios de lujo. Fendi, la marca del mítico diseñador alemán Karl Lagerfeld, avanza con su Fendi Chateau Residences (en la zona de Surfside y Bal Harbour), un edificio con vista al mar que contará con un restaurante privado, una librería, un centro de negocios, cine, gimnasio y pileta. Por su parte, Missoni, la etiqueta italiana famosa por sus tejidos, prendas llenas de color y estampados vibrantes, también construye el Missoni Baia, un complejo que se inaugurará en 2019 y se destaca por sus terminaciones en mármol y vidrio.
La exclusividad y el sello de autor tienen su precio, que en el caso del Missoni Baia parte de 1.800.000 dólares por un departamento de dos dormitorios.
La colaboración entre diseñadores de moda y arquitectos se da en ambos sentidos. Mientras los primeros se aventuran a levantar edificios, los segundos también se han dado el gusto de elaborar líneas de zapatos, joyas e indumentaria. El trabajo de Frank Gehry con Prada y Tiffany & Co. o el de Oscar Niemeyer con Converse son algunos ejemplos.
Un matrimonio entre dos ámbitos muy creativos que, sin dudas, da sus frutos.