“Repetir puede verse como una oportunidad y no como sanción”
En varios editoriales aparecido planteos sobre cómo el sistema educativo debería funcionar realizando afirmaciones o generalizaciones que pueden llegar a ser perjudiciales y que pueden llegar a distorsionar la realidad, cuando hay que analizar cada caso en particular. Uno de ellos fue el artículo que afirma que la repitencia es dañina para los estudiantes. Desde mi práctica docente, a lo largo de 15 años, he podido ser testigo de qué manera el repetir puede verse como una oportunidad y no como una sanción. Por el contrario, al no repetir, ese estudiante termina encontrándose en disparidad con el nivel alcanzado por el grupo de pertenencia y afectarlo negativamente, socavando su autoestima.
Un docente no enseña lo mismo de un año al otro, y ese alumno no va a encontrarse con clases idénticas al año anterior. Insertarse en un nuevo grupo, lejos de traumatizarlo, puede llegar a enriquecer su capacidad de adaptación e integración. A veces, un alumno tiene diferentes tiempos, puede no estar motivado, o necesita darse cuenta de que la falta de responsabilidad trae consecuencias. Otro artículo afirma que los do- centes deben capacitarse para alejarse del modelo conductista, donde el docente despliega clases expositivas hacia alumnos pasivos que absorben los conocimientos que se les bajan. Hace tiempo que el modelo conductista dio paso a estrategias de dinámica grupal, de capitalizar inteligencias múltiples de los estudiantes y de promover el aprendizaje significativo. Muchas veces, los docentes deben gastar energía y cualidades para defenderse del acoso de los estudiantes y sus familias: desautorizados, cuestionados, denunciados y agredidos sólo por querer poner límites en el aula o garantizar el aprendizaje. Hay que tener mucho cuidado si priorizamos exclusivamente la inclusión y la contención nivelando hacia abajo. Eso termina convirtiéndose en discriminación: porque esos chicos que no supieron lo que es ser exigidos, son los que fracasan cuando quieren continuar estudios universitarios o entrar al mundo laboral. Es ahí cuando se da lo que Pierre Bordieu denunciaba: un sistema educativo que termina legitimando y reproduciendo la desigualdad del contexto social que lo abarca.
Mónica Maski
maski179@yahoo.com.ar