San Lorenzo volvió al triunfo con la eficacia de sus atacantes
Tuvo varios pasajes de buen fútbol y el gol que tanto extrañó en los cruces coperos y el partido frente a Boca.
Volvieron las buenas noticias para San Lorenzo. Consiguió un triunfo que lo deja a dos puntos del líder Estudiantes y recobró el gol de sus delanteros, algo que extrañó en sus recientes cruces coperos. Primero fue Cauteruccio el que abrió el partido con Olimpo y, cuando más lo necesitaba, apareció para poner el cabe- zazo ganador Blandi, quien cortó una racha de un mes y medio sin gritar (su último tanto había sido el 20 de octubre ante Palestino por los cuartos de final de la Sudamericana). Así, con los festejos de sus atacantes, los de Boedo se reencontraron con la alegría.
De pronto, pareció resurgir el San Lorenzo sensación que hasta hace poquito tiempo estaba en boca de todos los futboleros. El 1-0 coronado por Cauteruccio, con ese derechazo al lado del palo de Champagne, tuvo el sello del Ciclón que hasta antes de la eliminación de la Copa Argentina supo jugar muy bien al fútbol y llegar al arco de enfrente con bellas construcciones colectivas. Anoche, la empezó Caute en mitad de cancha y la sucesión para terminar en el primer grito fue la siguiente: Blanco, Cauteruccio, Ortigoza, Blanco, centro de Ortigoza, Blandi la bajó de cabeza y el uruguayo definió.
Necesitaba espantar a los fantasmas el conjunto de Boedo. Las frustraciones en las Copas, sumadas a la derrota como local ante Boca más la tragedia del Chapecoense, le hicieron pasar una semana muy difícil desde lo anímico a los de Aguirre. Le tocó de cerca lo ocurrido a los brasileños puesto que el equipo de Chapecó lo eliminó de la Sudamericana en la semifinal.
No le duró mucho el buen momento en el partido a los visitantes. El parate de cinco minutos que se produjo por la irrupción de la barra brava de Olimpo le jugó en contra y despertó a los dueños de casa. Hubo un antes y un después. Los bahien- ses reaccionaron y empezaron a poblar el campo rival. Eligieron la banda izquierda para atacar, a espaldas de un desatento Corujo. Así llegó al empate. Aprovechó un error en el círculo central de los azulgranas y de contraataque desbordó Caballuci, que había ingresado por una lesión de Vega a los dos minutos, y marcó Pizzini.
Las cosas estaban parejas y Olimpo se animaba a inclinar la balanza más a su favor. El travesaño salvó a Torrico y a partir de ahí la suerte volvió a cambiar en el partido. San Lorenzo, con Belluschi y Ortigoza como estandartes, manejó el balón otra vez. Y, con el regreso goleador de Blandi y las manos siempre seguras de Torrico, el Ciclón recobró el semblante tras un final vibrante de ida y vuelta.