Boca y Racing se enfrentan en un clásico lleno de atracciones
Vuelve Agustín Orion a la Bombonera y hay un duelo entre hermanos. Ambos equipos vienen de triunfos festejados.
Un clásico de tanta tradición, que a comienzos del siglo XX atraía a las dos márgenes del Riachuelo y pronto cobró dimensión nacional, tiene cientos de historias, curiosidades, héroes fugaces, alegrías y rencores.
En la Bombonera, los capítulos más recientes de la vieja rivalidad dejaron motivos de recuerdo.
El Boca-Racing más cercano es el que se jugó por la fase de grupo de la Libertadores 2016, el jueves 3 de marzo. Fue la noche del debut de Guillermo Barros Schelotto como técnico xeneize (Rodolfo Arruabarrena había sido echado tras una derrota justamente contra la Academia, por el torneo local). Se jugó a puertas cerradas, debido a que pesaba sobre el local la suspensión de Conmebol por los incidentes de la Copa anterior. Hubo poquísimas llegadas y el partido terminó 0-0.
Para buscar un cruce por la competencia doméstica hay que remon-
tarse al 2014, aquel que Racing dio vuelta en la reanudación (ver El día que Gustavo Bou...).
La última victoria boquense ante su adversario de hoy en este estadio fue el 15 de agosto de 2013. Con goles de Juan Sánchez Miño y Emmanuel Gigliotti, también bajo la lluvia, el equipo entonces dirigido por Carlos Bianchi superó al que orientaba Carlos Ischia. Como dato llamativo, aquel fue el segundo partido de Fernando Gago en su regreso al club. Esta tarde el volante sumará su segundo encuentro tras la lesión que lo mantuvo siete meses fuera de las canchas. En aquel Boca fueron titulares Agustín Orion y Emanuel Insúa, presentes ahora en la defensa racinguista.
El arquero recibirá un reconocimiento de la dirigencia por sus cinco temporadas (203 presencias, cuatro títulos) en la institución. Y habrá seguramente abrazos con Guillermo Sara -su sucesor- y varios de los que fueron sus compañeros hasta la fatídica semifinal contra Independiente del Valle.
La misma cordialidad se prodigarán los Bou. Gustavo y Lisandro López son las esperanzas de gol del visitante, mientras que Walter asume la difícil tarea de reemplazar al lesionado Darío Benedetto. Los hermanos entrerrianos vienen de convertir ante Independiente y San Lorenzo. Y quieren volver a gritar en un clásico.