Licencias de conducir: un tercio de los “bochados” es por los test psicológicos
Casi el 70% de las 100 personas diarias consideradas “no aptas” para manejar fracasa en su intento por conseguir una licencia de conducir por problemas físicos y, el 30% por no aprobar los tests psicológicos.
Así lo informó a la agencia Télam la Secretaría de Transporte de la ciudad, que detalló que -en lo que va del año- en las 13 sedes porteñas que de- penden de la Dirección General de Licencias fueron otorgadas cerca de 400 mil licencias de conducir.
Las inhabilitaciones más frecuentes se dan para quienes padecen diabetes (personas insulino-dependientes), afecciones cardíacas, neurológicas o algún tipo de trastorno psicológico. El 46 por ciento de los “no apto” proviene del examen médico; el 30,7
del psicológico; el 22,1 del test de visión y el 1,2, del de audición.
Elvira Fioresta, gerente operativa de Habilitaciones de la Dirección General de Licencias, explicó a Télam que no todos los cuadros de esas enfermedades tienen asegurado un rechazo en los gabinetes psicofísicos de la ciudad porque, al evaluar, los profesionales tienen en cuenta una “combinación de situaciones”.
Ser epiléptico o usar alguna prótesis, por ejemplo, no implica una segura inhabilitación. Existen protocolos que incluyen exámenes más profundos, certificados de médicos tratantes o “pruebas funcionales” en la pista de manejo que permiten que personas con esas condiciones obtengan su registro de conducir.
El decreto 465 modificó en el 2013 el Código de Tránsito. Ese año un taxista, que falseó su declaración jurada y eludió declarar que era diabético, sufrió un pico de hipoglucemia mientras conducía, y atropelló y mató a una joven en la avenida Las Heras. Hasta ese momento, los insulino-dependientes eran declarados “no ap- tos” y ni siquiera eran evaluados. Con los cambios al código, los diabéticos que acrediten “apego al tratamiento” y certificados complementarios de buena salud pueden ahora obtener el permiso para manejar.
Lo mismo ocurre para quienes sufren epilepsia: si demuestran que en los últimos cinco años no tuvieron ataques y que toman su medicación, pueden renovar o acceder al carné, por plazos limitado (uno o dos años).
“El Código es más inclusivo y sirve para generar conciencia y poner en agenda los problemas de salud y todo esto hace que la gente empiece a cuidarse, en muchos casos, simplemente porque quiere tener su licencia”, graficó Fioresta.