Clarín

“En Salud de Tucumán sacaron el tigre que llevo dentro”

- Claudio Ybrahim claudio_ybrahim@hotmail.com

Una vez más, y van ... ya perdí la cuenta de cuántas veces los afiliados al IPSST (Instituto Provincial de Seguridad Social de Tucumán) somos víctimas de la burocracia, la desidia y el mal trato de algunos empleados que se creen dueños del sistema, y es como si se burlaran de la inteligenc­ia del afiliado, y juegan a hacerse los importante­s haciendo sentir a las personas seres inferiores. Ni qué hablar de cómo tratan a nuestros mayores. Un hombre muy humilde, con diabetes, fue a solicitar que se le agilice la entrega de su receta, porque estaba desde tempranas horas, y fue increpado por una empleada (encargada de entregarla­s) siendo que las mismas ya estaban autorizada­s y puestas en un canasto para que sean llevadas por los afiliados a la farmacia, diciendo: “La doctora no entregara ninguna receta, esperen a ser atendidos”. Este fue el comienzo de la odisea.

Hoy lograron sacar el tigre que uno lleva adentro, como decía mi viejo ... “rebalsaron el vaso”. A mí y a mi señora nos tocó vivir un peregrinac­ión el 4 de noviembre, ante un empleado que trabaja en la farmacia de Calidad de vida, en la ciudad de San Miguel de Tucumán. Hay distintas formas de agredir a las personas y en Calidad de Vida están acostumbra­dos a ello. Como todos los meses, mi señora debe asistir a la misma a retirar la droga “tamoxifeno” que es recetado por los médicos a pacientes oncológico­s. Ella fue operada hace casi 5 años de esa enfermedad maldita, y ya casi a punto de terminar los 5 años de tratamient­o. Después de haber sufrido tanto, pasado por muchas adver- sidades y superarlas, con muchas ganas de vivir y dejar vivir, nos dijeron que no correspond­e entregar la droga porque está mal hecha la receta. Después de tratar de dar explicacio­nes lógicas, con fundamento­s precisos y datos correctos y habiendo solicitado que abrieran el legajo para corroborar todo lo que se estaba diciendo, viene un señor y comienza a decir que no correspond­e. Y lo repite como diciendo “el jefe soy yo y se hace lo que digo”. Este joven e inexperto empleado logró hacer llorar a mi señora por lo que mi reacción fue más allá de lo permitido, ya que sentí bronca. Es el mismo remedio que mes a mes se retira. El hecho es que no se pudo realizar la entrega. Las palabras y gestos de ese hombre fueron el detonante para sacar de uno la ira.

Las autoridade­s deberían tomar cartas en el asunto, ya que estamos cansados de estos maltratos. Ellos, de una forma u otra, son empleados de los afiliados que muestra de ello son las suculentas boletas con descuentos que nos llegan a nuestras casas. Y para completar el cartón, porque fue el primer número pero lo dejé para el postre, es el hecho de que los empleados públicos no tenemos derecho de elegir nuestra obra social, ya que te ponen de prepo el subsidio. Y vaya de paso, una deuda pendiente de los gremios. Por ésto y mucho más, es que antes de ir al Subsidio de Salud tómese un Rivotril de 2 miligramos. Deberá destinar horas antes de retirar los que es suyo. Libro de quejas, ausente sin aviso.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina