Advertencia de Carrió al Gobierno: “No se pueden cometer más errores”
Aunque bajó el tono de sus críticas, le apuntó a la falta de coordinación entre el ala de los CEOs y el sector político.
En la Casa Rosada sintieron alivio. Las conversaciones de Mauricio Macri y otros integrantes del Gobierno para contenerla generaron cierto efecto: Elisa Carrió pasó de la furia, insultos y gritos en los pasillos del Congreso a avalar al Presidente en el cuestionado acuerdo que había cerrado el Gobierno con Correo Argentino, empresa de la familia Macri. Aun así la dirigente de la Coalición Cívica, pieza decisiva en Cambiemos por el peso de su voz, dejó una advertencia hacia adelante, en el ingreso a la disputa electoral: “Hay que remontar absolutamente con coordinación. No creo que sea un problema tan grave, pero no puede haber más errores”.
El propio Macri, Oscar Aguad -ministro de Comunicaciones-, José Torello -asesor y de buen vínculo con Carrió- y otros funcionarios formaron parte del operativo para conseguir primero un paciente silencio y luego la aprobación a las actuaciones del acuerdo con el Correo. Los insultos los había pronunciado por el cambio en el cálculo de la movilidad jubilatoria, que bajaba el aumento. “Fue a propósito, no lo dije en el recinto, lo dije afuera pero para que escucharan todos. A veces una se cansa de algu
nas imbecilidades”, contó en su reaparición mediática, en una entrevista con radio Mitre.
La advertencia sobre la necesidad de “no cometer más errores” incluyó un cuestionamiento a los integrantes del Gabinete con pasado reciente como dirigentes empresarios. Carrió ya había cargado contra Mario Quintana, uno de los coordinadores, por la resolución sobre el nuevo cálculo para los haberes jubilatorios, luego anulada. “Hay que prever el efecto político que producen las decisiones.
Ahí tenemos una falla que hay que corregir inmediatamente. No crean que porque alguien es economista o ha sido CEO es eficiente en términos
de administración del Estado”, lanzó Carrió, y pidió más poder de decisión para los dirigentes con perfil político: “Es fácil ser CEO porque uno echa empleados, paga indemnizaciones y después se mide por la rentabi-
lidad. El Estado es mucho más complejo, hay organismos de control, hay capital simbólico. La verdadera salida es una integración real entre políti
cos serios y gestores serios”. En su charla con Macri fue más directa: “Son técnicos que viven en un micro
clima, mandalos a trabajar en un estudio jurídico-contable, pero no los pongas de funcionarios”.
En la Casa Rosada eligieron focalizarse en el apoyo de Carrió a la negociación por el Correo. “Bancó, porque sabe cuál es la vocación del Presidente por cuidar al Estado. El mejor ejemplo es el pedido de caducidad del reclamo del Grupo Macri” ( ver pág. 6), dijo a Clarín uno de los funcionarios más cercanos al Presidente, y desestimó con sarcasmo un cambio en el proceso de toma de decisiones para evitar nuevos pasos en falso: “Vamos a contratar a un oráculo o a los funcionarios del Gobierno anterior, que no se equivocaban nunca”.
Como la UCR, la Coalición Cívica insistirá con la exigencia. “Está a la vista que es necesario y vamos a hacer lo posible”, dijo uno de los laderos de Carrió, con el foco en las mesas de coordinación operativa y parlamentaria y “en el diálogo de ella con Macri” como las instancias para atajar los desaciertos. En esos ámbitos el macrismo no conformó a sus socios y algunas mesas, como la electoral, no entró en funcionamiento, más allá de reuniones informales. Carrió lo hizo notar con el “error” por las jubilaciones: “Nos tomó a todos por sorpresa y eso tampoco puede ser en un gobierno de coalición”. El distrito y el cargo en el que se postularía en octubre forma parte de las elucubraciones y depende de los movimientos de Cristina Kirchner y Martín Lousteau, entre otras piezas.
Antes de las críticas, Carrió había expresado lo que causó satisfacción en la Rosada. “Aguad me llamó, él creía que estaba haciendo las cosas correctamente y el Presidente no sabia”, se extendió, aseguró que “Gils Carbó y fiscales influenciables tratan de llenar de imputaciones al Gobierno" y celebró la marcha atrás de Macri: “La decisión de retroceder ha si
do correcta, no porque lo que proponían era incorrecto sino porque había conflicto de intereses”.