La comitiva automotriz quiere copiar el “modelo competitivo”
La llave para darle nuevos impulsos en el país a la industria automotriz está en España. Con esa idea, viajaron empresarios, funcionarios y sindicalistas y en la previa de la visita presidencial iniciaron ayer una ronda de actividades. Buscan conocer de primera mano el el modelo ibérico de flexibilización laboral.
Se trata del Plan 3 millones, que ahora Mauricio Macri quiere impor- tar a las plantas locales, para mejorar
la competitividad, según pudo saber Clarín. El titular de la cámara que agrupa a las terminales (ADEFA), Fernando Canedo, y el secretario de Industria, Marín Etchegoyen. se reunieron ayer con el ex presidente de la entidad homóloga en España (ANFAC), José López Shummer, quien encabezó el lanzamiento del plan automotor en 2012. Gracias a ese acuerdo, Es- paña es hoy la octava fabricante de autos en el mundo y prevé alcanzar los 3 Millones de vehículos en 2017.
La comitiva está integrada además por los directivos de terminales Daniel Afione (Toyota), Rodrigo Pérez Graciano (PSA Peugeot Citroen), Javier Vernengo (FCA Fiat), Martín Degaetani (Honda), Gustavo Castagnino (Merecedes Benz), y representantes de Volkswagen. Asimismo, parti- cipan por el sector autopartisa Raul Amil y Juan Catarela (AFAC), y por los gremios, Hernan Torres (UOM) y Jorge Maestú (Smata).
La agenda incluye la visita a la planta de Mercedes Benz en Vitoria, en el País Vasco, donde la delegación argentina verá in situ un caso "exitoso" del programa automotor. "No es solamente una medida con costo fiscal, es un mecanismo donde todos ponemos algo: los sindicatos flexibilizan los convenios de trabajo, las terminales tomamos más gente, y las autopartistas se radican en el país e invierten", dijo a Clarín un directivo. El Plan 3 Millones surgió como una respuesta a la crisis del 2008-2010 y a la competencia de Europa del Este. Inspirado en recomendaciones de la Unión Europea, España instrumen- tó un plan de cara al 2017 que le permitió pasar de 1,5 millones de autos a 2,9 millones el año pasado. Las medidas apuntaron a bajar los costos de los insumos, revisar las cargas fiscales y patronales, desarrollar la investigación, abrir nuevos mercados y reducir costos laborales. El rol de los sindicatos fue clave. Disconformes con la reforma laboral del 2012, las terminales lograron que se modificaran los convenios. Fue a través de acuerdos por empresa, que incorporaron la multifuncionalidad, el banco de horas, contratos eventuales de hasta cinco años y la jubilación anticipada. Cambios que los gremios locales hoy aplican en dosis por el rechazo que genera en sus bases y dentro de la CGT y CTA.