Escándalo en Brasil: acusan a doce argentinos de destrozar una posada
Los jóvenes dicen que reaccionaron ante un intento de abuso del dueño del lugar. Aún quedan dos detenidos.
Era la madrugada del domingo, la primera de los grandes festejos de carnaval en Salvador de Bahía, en Brasil. En la posada Anna Bella, ubicada en la emblemática zona del Pelourinho de la ciudad -que en algún momento fue un mercado de esclavos y que hoy es Patrimonio de la Humanidad-, hubo que llamar a la Policía. Un grupo
de doce argentinos, dos chilenas y un brasilero que estaban alojados allí fueron llevados a la comisaría: dos de los argentinos anoche permanecían detenidos por daño al patrimonio e
injuria racial. Pero las versiones de por qué se desató una pelea entre los viajeros y el dueño de la posada son contrapuestas.
"No se trata de turistas, sino de artistas callejeros que salieron de viaje hace varios meses. Según me contaron los chicos, en medio de la madrugada, cuando ya todos dormían, el dueño de la posada entró en la habitación algo alcoholizado y quiso despertarlos, acosando especialmente a una chica chilena que era parte del
grupo", dice a Clarín por teléfono Mariano Vergara, cónsul argentino en esa ciudad del noreste brasilero.
Según precisó el funcionario, diez de los doce argentinos que fueron detenidos, quedaron liberados luego de firmar un acta de compromiso con la Policía. "Los otros dos siguen detenidos porque se los acusa de injuria ra
cial. Logramos que una jueza declarara que podían recuperar la libertad, pero a cambio de una fianza de unos 50 salarios mínimos", detalla el funcionario. La suma equivale a unos 14.000 dólares. "Es una cifra impagable por los chicos, vamos a presentar un recurso para que se los exima de ese pago", adelanta telefónicamente Alessandro Moura, defensor público de Luciano Perico y Juan Bancone. Estima que hoy por la tarde los jóvenes -Luciano es de 1992 y Juan, de 1987- podrían recuperar la libertad.
Según publicó la agencia Télam, los dueños de la posada sostuvieron que la pelea a trompadas entre uno de los argentinos que aún está detenido y el dueño del lugar se desató luego de que se les pidiera insistentemente que no hicieran ruido durante la madrugada. Otras fuentes indican que la discusión comenzó cuando el encargado les reclamó el pago de días de alojamiento que estaban pendientes. Fueron algunos de los integrantes del grupo de quince viajeros, en su mayoría artistas callejeros, los que llamaron a la Policía para dar fin a la discusión que ya había pasado a mayores. "En su mayoría mostraron buena voluntad ante la autoridad, incluso caminaron al lado del patrullero hacia la comisaría porque no había lugar para todos", sostiene Vergara, y agrega: "Logramos la liberación de diez argentinos en pocas horas y nos ocupamos de que los otros dos tuvieran un defensor público rápidamente para su representación legal".
A través de fotos que circularon en portales web de Brasil puede verse que, al menos, hubo una cama rota en una de las habitaciones de la posaday un gran desorden. "Los doce argentinos fueron encuadrados judicialmente por los daños al patrimonio, pero lo que define que haya dos en prisión es la injuria racial que habrían ejercido hacia autoridades policiales", describe Moura. "Los chicos -tienen todos entre 20 y 30 años- aseguran que salieron a defender a la chica chilena que era acosada por el dueño de la posada, y que allí se desencadenó una pelea que se descontroló", cuenta Vergara.