Una "carrera" para evitar las colas en aduana provocó la tragedia de Mendoza
Es la principal hipótesis. Afirman que es común que micros, autos y camiones “corran” para llegar antes a la frontera.
El camino de alta montaña, que une Mendoza con Santiago de Chile, pasó a ser conocido este último año como la ruta del 2x1, el principal destino de los argentinos que salen de compras al exterior. Luego del vuelco del micro de la empresa Turbus que causó 19 muertes y 22 heridos, se habla de la “ru
ta de la muerte”, donde los vehículos corren carreras para llegar antes y evitar colas en la aduana.
Es una constante el exceso de velocidad en la ruta 7 que atraviesa la cordillera de Los Andes. Del mismo modo que es evidente la falta de controles
viales y la dificultad del trayecto, con curvas y contracurvas, túneles y acantilados, en una sola vía para cada mano. Un camino muy peligroso. Según datos de la Policía trasandina, entre diciembre y la primera quincena de febrero unos 945 mil turistas cruzaron el
paso fronterizo, lo que causó en varios fines de semana colas de 5 kilómetros y esperas de hasta 10 horas. La cifra es todo un récord: los cruces fueron el año pasado un 53,4% más que en 2015 y un 157% más -casi el triple- que en 2014.
Los funcionarios de la Justicia mendocina al tratar de descifrar por qué el conductor de Turbus, Francisco Javier Sanhueza (37) alcanzó los 100 km/h, desoyendo al chofer acompañante y a los pasajeros, en una curva donde la
velocidad exigida no puede superar los
40 km/h, concluyeron que era para evitar la cola en la aduana y llegar a horario a su destino, Santiago de Chile. El procurador de la Corte Suprema mendocina, Alejandro Gullé, admitió que el exceso de velocidad de los choferes “es bastante común”, ya que buscan "llegar más rápido” a hacer el trámite aduanero para “evitar las esperas”.
El chofer chileno que conducía el colectivo fue imputado por "homicidio simple con dolo eventual más lesiones gravísimas ", por lo que le cabría una
pena de 8 a 25 años de prisión. El fiscal Gustavo Pirrello detalló que Sanhueza “no registró ni alcohol ni drogas en sangre”. Pero fueron coincidentes los testimonios: “Los pasajeros declararon que le pidieron a gritos que bajara la velocidad, pero éste hizo caso omiso. Hasta el chofer acompañante Pedro Vargas, que estaba descansan-
do, se levantó para ir y pedirle que lo
hiciera", relató . A pocas horas del accidente, una pareja mendocina que viajaba por el Acceso Sur,filmó a un micro de Turbus circulando a gran velocidad. "A 120 (km/h) va el hijo de p…", se le escucha decir al hombre, en un video que se ha viralizado. Por la zona también circulaba un móvil de la Policía, que no tomó intervención.
En tanto, la Asociación de Propietarios de Camiones de Mendoza denunció la falta de control de alcoholemia y de velocidad en la alta montaña. Pidió a las autoridades que pongan más personal de Gendarmería y de Carabineros en las zonas fronterizas.