Cuatro frentes en los que se juega la existencia y el futuro de la unidad europea
Las elecciones en Holanda, Francia y Alemania, la disputa con Turquía, el Brexit y Escocia, temas cruciales.
El riesgo de desintegración europea parece más real esta semana. Múltiples crisis, cada una síntoma y causa de los problemas más profundos del continente, convergen simultáneamente.
Gran Bretaña dio un paso hacia la salida de Europa y Escocia hacia la independencia. Se prevé que la extrema derecha obtendrá buenos resultados en las elecciones holandesas. Y una disputa cada vez más intensa entre los gobiernos de Turquía y Holanda revela tanto las dificultades de mantener a Europa unida como las fuerzas que podrían desmembrarla.
Por sí solas, estas crisis no bastan para fracturar a Europa, que ha soportado cosas peores. Pero representan fuerzas más amplias que, si suman suficiente cantidad de crisis similares, podrían lograr justamente eso. Los acontecimientos de esta semana, por lo tanto, constituyen una prueba de si Europa podrá superar o al menos gestionar sus problemas.
Este es un panorama de esas crisis y de por qué importan.
La extrema derecha llega con chances a la elección en Holanda: se prevé que hoy el Partido de la Libertad obtendrá buenos resultados. Actualmente ocupa 15 de las 150 bancas del Parlamento. Las encuestas indican que conseguirá 15 bancas más, lo que lo convierte en el partido más grande del país o el segundo. Quien dirige esa formación es Geert Wilders, populista famoso por sus posturas antiislámicas extremas.
Parecería improbable que Wilders o su partido acabaran gobernando el país. Wilders necesitaría 76 escaños para formar una mayoría gobernante, y por el sistema multipartidista del país los partidos tradicionales fácilmente pueden formar una coalición sin él. Pero la elección es un caso testigo para determinar si Europa, que también tendrá importantes elecciones en Francia y Alemania este año, puede lidiar con sus crecientes movimientos populistas.
Aun cuando no obtenga sufi- cientes bancas para gobernar, la extrema derecha puede ejercer presión. Los partidos mayoritarios podrían sentirse obligados a tomar posiciones populistas, tal como el Partido Conservador británico adoptó la de abandonar la Unión Europea.
Por eso, la verdadera prueba no es el día de la elección sino la forma en que la corriente mayoritaria se maneje en los próximos años con una mayoría menos numerosa y una extrema derecha envalentonada. También en Alemania y Francia las encuestas actualmente indican que la extrema derecha se quedará con un porcentaje mayor de votos pero no los suficientes para ocupar el poder.
Conclusión: la extrema derecha probablemente no acceda al poder pero habrá más presión para implementar políticas populistas, como tomar medidas contra los inmigrantes o debilitar la integración europea.
Turquía y Europa en conflicto: una creciente disputa entre Ankara y los gobiernos europeos plantea otra prueba significativa. Los funcionarios turcos recorren Europa y organizan actos para alentar a la diáspora turca a votar a favor del referéndum de abril que daría al país una nueva Constitución. Esta ampliaría enormemente las facultades del presidente Recep Tayyip Erdogan. Alemania y Holanda prohibieron esos actos. Erdogan respondió acusando a ambos países de nazis.
Conclusión: tanto Turquía como Europa tienen interés en llevarse bien, pero las presiones políticas eventualmente podrían acumularse hasta el punto de obligar a una ruptura que perjudicaría a todos.
El Brexit: el Parlamento británico aprobó la ley que permitiría a la primera ministra Theresa May activar formalmente el Artículo 50 del tratado de la UE, que dispone cómo debe dejar la unión un estado miembro.
Conclusión: el Brexit parece cada vez más seguro, y dañará a la economía británica y a la unidad europea.
Escocia e Irlanda del Norte en duda: Nicola Sturgeon, premier de Escocia, ha convocado a un nuevo referéndum por la independencia, lo que convertiría a Escocia en un país independiente con el objeto de permanecer en la UE. La votación se celebraría en 2019, seguramente mientras Gran Bretaña aún esté negociando el Brexit. Menos atención ha concitado la reciente elección en Irlanda del Norte, que le dio un número importante de bancas a Sinn Fein, partido nacionalista que reclama que Irlanda del Norte abandone Gran Bretaña y vuelva a unirse a Irlanda.
Conclusión: El Reino Unido podría desmembrarse, aunque es demasiado pronto para decir si ocurrirá.
Holanda es clave para determinar si Europa puede lidiar con sus movimientos populistas.